Vogts: "Hubiese preferido una derrota ante Yugoslavia"

Las autoridades del fútbol alemán condenaron con gran dureza los incidentes del domingo pasado en Lens, e incluso pidieron responsabilidades a la propia policía alemana. No hubo en dicha reacción ningún asomo de duda y en ella participaron los jugadores y el propio entrenador."Si ello significara salvar la vida del policía herido, hubiese preferido una derrota con Yugoslavia". Ésta es la frase que el técnico Berti Vogts quiso hacer constar expresamente en el comunicado que ayer difundió la Federación Alemana de Fútbol, cuya reacción fue de extrema dureza contra los causantes de la violencia. "Nuestro ánimo está con el policía herido y con su familia. Podemos asegurarle a él y a su familia que haremos todo lo que esté en nuestra mano para ayudarles, aunque esperamos y rezamos porque pueda recuperar la salud".

La federación, en nombre también de los jugadores y del técnico, demandan a las autoridades alemanas que tome medidas rigurosas contra quienes cometen actos de violencia y abusan para sus fines de la popularidad del fútbol. El propio directivo que preside la delegación alemana, Egidius Braun, calificó de "terrorismo" la actuación de los hinchas alemanes y rompió a llorar ante los periodistas. "He vivido el peor momento de mi vida. Esta Copa del Mundo ya no será divertida para mí. No se trata de hooliganismo, se trata de puro terrorismo. Nosotros estamos aquí para representar correctamente a nuestro país y estos criminales llegan y lo destrozan todo".

La federación alemana recalcó que hizo todo lo posible por avisar a las autoridades francesas al enviar el pasado viernes un fax a la policía alemana destacada en el Mundial advirtiendo del desplazamiento de un millar de cabezas rapadas y del peligro potencial de incidentes en Lens. "Yo no soy nadie para poner en duda la eficacia de la policía alemana. No es mi tarea, pero sí la de los responsables políticos y judiciales", recalcó Franz Boehmert, jefe de la delegación alemana en el Mundial. Otro directivo alemán, Wolfgang Niersbach, dijo que la policía alemana enviada al campeonato "no hizo nada o casi nada". "Si hubiera hecho algo, no habría pasado esto".

"Durante muchos años, la federación ha introducido una serie de medidas de seguridad, en coordinación con grupos de aficionados, para superar este problema. Hemos apreciado cómo en muchos estadios la atmósfera ha mejorado, pero cuando ciertos hinchas deciden actuar fuera de los estadios, el problema pasa a ser de las fuerzas de seguridad".

La selección y los directivos alemanes tuvieron noticia de la agresión al gendarme francés a su llegada a la concentración en Niza, hacia las diez de la noche. Andreas Kopke, portero titular de la selección, afirmó que toda la plantilla estaba "espantada, asustada y triste". "Después de estos hechos", añadió, "lo que sucedió en el terreno de juego pasa a un segundo plano".