Eusko Alkartasuna debate sus candidaturas en un clima de división
Eusko Alkartasuna (EA) dará a conocer hoy los resultados de la asamblea nacional que celebró anoche en Vitoria, bajo el signo de la discrepancia entre su presidente, Carlos Garaikoetxea, y su secretario general, Inaxio Oliveri, sobre las listas electorales. La principal pugna viene por la exclusión en Vizcaya de la diputada Jasone Iraragorri. Garaikoetxea llamó ayer a no confundir las "afinidades personales" con las corrientes diferenciadas. El resto de dirigentes de EA guardó silencio todo el día.
El mentís de Garaikoetxea a la existencia de corrientes en EA no basta para librar de problemas a su partido, pese a que el resto de los dirigentes guardaron ayer un silencio absoluto ante la celebración de la asamblea que debía cerrar las listas electorales y que no había acabado al cierre de esta edición. Éstas se conocerán hoy y se estarán encabezadas, si no hay sorpresas, por el propio Garaikoetxea en Guipúzcoa, Patxi Ormazabal en Álava y Sabin Intxaurraga en Vizcaya. La carta remitida al presidente de EA por Inaxio Oliveri reclamando la presencia de Jasone Irarragorri en la candidatura vizcaína como la mejor plataforma para encabezar después la lista de las municipales para Bilbao, es el episodio más llamativo de un proceso que se abrió con la negativa de la ejecutiva vizcaína del partido a hacer un sitio a la actual diputada. Las voces de respaldo a la continuidad de Irarragorri frente a la ortodoxa ejecutiva vizcaína fueron acalladas por el propio Garaikoetxea, que subrayó el que se le reservara la casi imposible misión de volver a tener presencia en el Ayuntamiento de Bilbao. Esta actitud del presidente de Eusko Alkartasuna despertó la decepción y el descontento en el sector crítico de Vizcaya, en cuyo apoyo hay que leer la carta de Oliveri. En esos medios se reprocha a Garaikoetxea que no haga uso de una mayor firmeza ante la mayoría que dirige el partido en Vizcaya. La asamblea de ayer debía servir para cerrar definitivamente las listas y las filas de cara la campaña. Pese a los esfuerzos de Garaikoetxea por reducir las diferencias a una cuestión de "afinidades personales" y colocar las distintas apreciaciones sobre la idoneidad de los candidatos en el terreno de la normalidad, el debate sobre las relaciones con el PNV planea de nuevo sobre su escisión. No es la primera ocasión. Hace tres semanas, los dirigentes de EA tuvieron ya que desmentir la posibilidad de una candidatura conjunta con el PNV al Ayuntamiento de Vitoria, en el que Eusko Alkartasuna no tiene concejales desde 1995.
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