Los socialdemócratas son favoritos en las elecciones checas que acaban hoy

Los sondeos electorales coinciden en que el Partido Socialdemócrata (CSSD) es favorito en las elecciones legislativas de la República Checa, que se iniciaron ayer y concluyen hoy a las 14.00 horas. Pero también hay unanimidad en que el veredicto de las urnas hará muy complicada la formación de un nuevo Gobierno, por falta de mayorías sólidas y la dificultad de formar una coalición que asegure estabilidad en el país.

Los partidos extremistas -los comunistas y los ultraderechistas del Partido Republicano- pueden llegar a reunir un 20% de votos, mientras que otros pequeños partidos se mueven por el filo del 5%, barrera que deben rebasar para tener representación parlamentaria. El presidente checo, Vaclav Havel, ha llegado incluso a advertir que la República Checa corre el riesgo de convertirse en una especie de República bananera.En la República Checa están censados 8,1 millones de votantes, que desde ayer a las 14.00 horas empezaron a acudir a las urnas, que se deben cerrar hoy a la misma hora. Estas elecciones han tenido que anticiparse por la dimisión en noviembre del primer ministro Vaclav Klaus por un escándalo de financiación ilegal de su Partido Cívico Democrático (ODS), de tendencia liberal. Desde enero, rige interinamente el país un gobierno encabezado por un antiguo gobernador del banco central.

Las encuestas muestran que Klaus, de 56 años, es un auténtico Ave Fénix capaz de resurgir de sus cenizas. A pesar de los escándalos de corrupción que le obligaron a dimitir, de haber tenido que aplicar a la economía checa la difícil transición del comunismo al capitalismo y del desgaste que suponen seis años de gobierno, Klaus se ha recuperado y los sondeos dan al ODS casi un 24% de votos, tan sólo un 4% menos que a los socialdemócratas. No faltan en Praga los que aseguran que si las elecciones fueran después del verano, el partido de Klaus sería el más votado.

Al líder del Partido Socialdemócrata, Milos Zeman, de 54 años, nadie le arrienda la ganancia a la hora de formar gobierno si, como todo parece indicar, consigue un 28% de los sufragios y se convierte hoy en el partido más votado. El presidente Havel ha provocado estos días varias polémicas con manifestaciones que arrojaban una sombra de duda sobre si encargaría formar gobierno al dirigente del partido más votado.

Para añadir más picante al final de la campaña electoral, ha trascendido una carta de Havel a Klaus en la que comentaba la posibilidad de que Zeman no aceptase ser el futuro primer ministro por encontrarse cansado.

La formación de una coalición de gobierno resultará sin duda complicada y no parece que el resultado electoral vaya a facilitar mucho las cosas. Casi un 20% de los votos quedarán en nada, al ir hacia los comunistas y hacia los republicanos, dos partidos considerados como parias en la vida política checa. A los comunistas, los sondeos les dan algo más del 10% de los votos. Y al Partido Republicano, racista y xenófobo, un 6%.