Confusión

Los mercados de valores continúan revueltos a pesar de las buenas palabras de los responsables económicos de Estados Unidos y Japón sobre su disposición para frenar la crisis. Algunos observadores del mercado insisten en que se han tapado algunas grietas, pero que el peligro sigue ahí y la respuesta de las bolsas encaja perfectamente con ese pronóstico. La Bolsa de Madrid consiguió subir al cierre un 0,11% después de numerosos altibajos que, en buena parte, estaban provocados por el vencimiento del mercado de futuros. Los operadores de ese mercado concentraron sus esfuerzos en el trasvase de posiciones para el vencimiento de julio, mientras vigilaban la Bolsa de cerca. La contratación en el mercado continuo ascendió hasta los 171.331 millones de pesetas, de los que algo más de 30.000 se generaron en la media hora en que se calcula el precio de cierre de los contratos.

En el exterior las cosas no estaban mucho mejor, puesto que todas las bolsas europeas terminaron con signo negativo, aunque ninguno de los recortes superaba el 2% Wall Street contribuyó a confirmar la confusión con una subida en falso en el momento de la apertura y que dos horas después se había convertido en un recorte de 65 puntos. Al cierre perdió 100,14 puntos (1,1%). La capacidad de Japón, y en algunos casos la voluntad, para adoptar medidas drásticas que atajen la crisis está siendo muy cuestionada, aunque el aspecto más llamativo, el tipo de cambio del yen, se mantiene bajo control. A última hora de la tarde la moneda japonesa cotizaba a 134,21 por dólar, lo que significa que ha recuperado un 8,5% en apenas cuatro días, aunque haya sido gracias a los apoyos de la Reserva Federal.

El mercado de deuda volvió a sufrir una retirada de beneficios que hizo subir la rentabilidad de la emisión a 10 años hasta el 5,03%. Los analistas llaman la atención sobre las oscilaciones de este mercado, demasiado bruscas y sin relación alguna con la tendencia de los tipos de interés. El diferencial con la deuda alemana se mantiene en 0,21 puntos.