Córdoba contará el curso próximo con una universidad virtual tras un año de prueba

Un ordenador es suficiente para poder matricularse, asistir a clases y seminarios, con el correspondiente diálogo entre profesor y alumno y viceversa, y realizar prácticas en laboratorios. La Universidad de Córdoba va a poner en práctica esta universidad virtual el próximo curso tras haberla tenido a prueba durante el curso académico que ahora concluye. Este proyecto ha sido desarrollado en los dos años y medio últimos por la Universidad cordobesa en colaboración con la Politécnica de Madrid y la empresa AIM, del grupo Garben, dentro del programa Ática del Ministerio de Industria y Energía. El responsable de esta Universidad virtual, Carlos de Castro, catedrático de Ingeniería de Sistemas y Automática, explica que es un centro de enseñanza interactivo aplicable a cualquier tipo de docencia para que personas con cualquier tipo de discapacidad o que viven en núcleos rurales pueden realizar cualquier estudio universitario. Según Luis Mapell, vicerrector de la Universidad Politécnica de Madrid, en la actualidad se siguen dando las clases igual que como lo hacía fray Luis de León. "Lo único que han variado son las bancas", añade. Este sistema no es complementario de nada sino sustitutorio de todo. Puede servir para que el alumno que un día falte a clase recupere los apuntes sin pedirlos a nadie. Supone, según sus responsables, "poder recibir información dónde y cuándo uno quiera, pudiendo elegir los contenidos". Los parámetros tiempo y espacio ya no son necesarios para acudir a clase. Tampoco los conocimientos informáticos, ya que tanto la comodidad como la facilidad de uso son dos de las características perseguidas en esta experiencia. Los creadores de este centro de enseñanza virtual reconocen que uno de los grandes problemas de la mayoría de los sistemas de enseñanza asistida por ordenador es su falta de atractivo para el alumno.