Críticos a los aparatos regionales del PSOE y nuevos borrellistas compiten en las primarias

La dirección federal del PSOE dará hoy la señal de salida para que empiece la competición entre los 102 candidatos que aspiran a ganar las primarias en las alcaldías de 44 ciudades y los 16 que concurren para ser presidentes de comunidades autónomas. En cinco autonomías sólo hay un candidato al igual que en otras 23 grandes ciudades en las que hay que elegir a alcaldables. Críticos a los aparatos regionales, no satisfechos con el resultado de sus congresos, así como los llamados borrellistas abarrotan las candidaturas que se votarán el próximo 27 de junio. José Borrell no hará campaña por nadie.

Una amalgama de críticos, antiguos guerristas, autodenomidados borrelistas de nueva inscripción, renovadores que ahora discrespan entre si, está detrás de los dos centenares de nombres que a partir de hoy empiezan la campaña de elecciones primarias en el PSOE para hacerse con las candidaturas a las presidencias de comunidades autónomas y ayuntamientos de más de 50.000 habitantes para las elecciones del próximo año. El antiguo hilo conductor de guerristas contra renovadores ya no tiene validez porque lo que impera en estas candidaturas son problemas locales no resueltos en los últimos congresos regionales. El secretario general del PSOE, Joaquín Almunia, y el candidato a la presidencia del Gobierno, José Borrell, piden a sus compañeros que no utilicen sus nombres. Ambos han decidido no acudir a ningún acto de apoyo a nadie a pesar de las invitaciones que están recibiendo de todas partes, sobre todo por parte de Borrell.La reproducción de las elecciones primarias que vivieron Joaquín Almunia y José Borrell sólo puede verse reflejada en este proceso de forma muy colateral. Como dato se apunta que sólo 16 de los candidatos, para 68 municipios y 11 comunidades autónomas, son secretarios locales, provinciales o regionales. Aunque el plazo de presentación de candidaturas terminó el sábado a las doce de la noche, ayer los comités de garantías electorales de cada lugar trabajaron todo el día para comprobar que los avales presentados eran válidos. A última hora de la noche había dudas sobre el número de candidaturas para los ayuntamientos de Santander, Valladolid y A Coruña y para las comunidades autónomas de Cantabria y Canarias.

El trabajo de esas comisiones consiste en revisar si las firmas de cada candidato son válidas al proceder de militantes que están al corriente de pago de las cuotas y si no hay repeticiones. Estos dos problemas surgieron ayer en los lugares citados, por lo que hasta hoy no habrá proclamación oficial de candidatos.

La pasión que han despertado las primarias en el PSOE es una pura evidencia en esta proliferación de candidatos. De las 11 comunidades autónomas en litigio habrá primarias en seis, con 16 candidatos posibles. En las otras cinco sólo habrá una opción, por lo que no habrá primarias. Anoche había 102 candidatos aspirantes a ser los cabezas de listas municipales para 44 capitales de provincia o ciudades de más de 50.000 habitantes. En 23 sólo había un aspirante.

Almunistas frente borrellistas, es la lectura que por elevación hacen algunos dirigentes regionales. Este esquema salta por los aires cuando se conoce la posición que mantuvieron algunos de los que ahora se enfrentan, en relación a Almunia y Borrell. Ahora proliferan los borrellistas, que compiten entre sí. La información que procede de cada comunidad y municipio pone de manifiesto que las razones por las que compiten tienen que ver con problemas de poder local, la mayoría ligados a congresos regionales, provinciales y locales.

La oposición a los aparatos locales es el hilo conductor más grueso que recorre todas las federaciones, aunque algunos quieran llamarse borrellistas para significar el levantamiento de los críticos y marginados contra los aparatos locales, provinciales y regionales. En este apartado de descontentos están todos los guerristas que resultaron desalojados del poder en los últimos congresos. Después de la victoria de José Borrell, muchos de los descontentos de todos los rincones pensaron que había llegado su hora. Con el título de borrellista, legítimo o no, empezaron el asalto a sus poderes inmediatos.

El afectado, José Borrell, ha considerado que esta situación no le favorece en absoluto ya que rechaza ser el candidato del 55% que le apoyó frente a Almunia sino de todo el partido. El director de su oficina, Luis Yáñez, replicó ayer a todos los que se autodenominan borrellistas: "No es correcto utilizar el nombre de Borrell incluso por parte de quiénes le apoyaron; no puede utilizarse su nombre en favor de uno u otro candidato". El candidato a la presidencia hace ya días que declina todas las invitaciones que le llegan de toda España para participar en el proceso de primarias en apoyo de unos frente a otros.

El líder parlamentario de los socialistas, José Borrell, repetirá todas las veces que sea necesario que no va a mostrar su apoyo a candidato alguno. En el primer lugar donde tuvo ocasión de decir que no tomaría partido fue en Madrid en apoyo tanto de Fernando Morán como de Joaquín Leguina. Durante toda la campaña a Morán le perseguirá el título de borrellista pero él sabe muy bien que el candidato preferido del ex ministro de Obras Públicas era el eurodiputado José María Mendiluce, pero no peleó por él con el argumento de que no quería inmiscuirse en el proceso.

El director de la Oficina del Candidato, Luis Yáñez, pidió ayer a todos los socialistas que a partir de hoy empiezan su campaña interna que aprovechen esta ocasión "para dirigir todas las críticas hacia el Partido Popular y respeten a sus competidores, ya que no son adversarios".

Las ejecutivas provinciales o regionales se abstendrán de mostrar su apoyo a ninguno de los candidatos en liza tal y como hizo la ejecutiva federal a petición de Borrell.

"Que nadie trate de administrar éxitos ajenos", advierte el secretario de Organización del PSOE, Ciprià Ciscar, en clara referencia al nacimiento de los autodenominados borrellistas.