Para nosotras, sin nosotras
Las mujeres no somos políticamente importantes para los gobiernos del señor Aznar y del señor Zaplana. No somos sujetos de su política ni merecemos que se nos pregunte parecer, se nos informe de aquello que nos atañe directamente y sobre lo que además hemos pedido que se nos escuche. Hace unos meses que la Plataforma de Mujeres por la Igualdad encabezábamos una manifestación contra el terrorismo doméstico convocada por un amplio espectro social y político y a la que asistieron más de 3.000 personas en la ciudad de Valencia. En un manifiesto se recogían las medidas urgentes que las asociaciones de mujeres que forman parte de la plataforma proponían para que las adoptaran los poderes legislativo, ejecutivo y judicial, y se formulaba una demanda muy importante por su contenido social y político: la participación de las asociaciones en la elaboración y desarrollo de un plan de acción dirigido a erradicar la violencia contra las mujeres. Pues bien, ni el manifiesto entregado en las Cortes Valencianas, en la Delegación de Gobierno, en la Audiencia, ni las cartas enviadas con posterioridad tanto al presidente de las Cortes como a la consejera de Bienestar Social, Marcela Miró, parecen haber suscitado interés para conocer las propuestas de las 35 asociaciones de la plataforma. Es más, conocimos, sólo por la prensa, que el ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, señor Arenas, en una conferencia sectorial daba a conocer un plan de acción del Gobierno central contra la violencia doméstica. De nuevo se producía un total desprecio de los gobiernos central y autonómico por saber lo que opinan las organizaciones de mujeres contra la violencia. La Plataforma de Mujeres por la Igualdad denuncia la falta de sensibilidad social de este Gobierno que se empeña en "gobernar" sólo para sí mismo. Sería deseable que se produzca un cambio de actitud política de la Generalitat Valenciana respecto al movimiento asociativo de mujeres... ¿pero es posible?- , de la Plataforma de Mujeres por la Igualdad. .
