Un concejal polémico

, Los plenos municipales de la localidad malagueña de Vélez-Málaga han saltado varias veces en los últimos años de la página de política a la página de sucesos. Siempre hay un nombre que flota en el ambiente cuando esto ocurre: Manuel Rincón. El último episodio ocurrido en torno a este concejal de 46 años, representante del Grupo Independiente Pro Municipio de Torre del Mar (GIPMTDM), tuvo lugar el pasado miércoles, cuando unos concejales de IU sacaron una botella de cava en un pleno al conocer la noticia de que Rincón iba a ser inhabilitado. La botella terminó rota y los concejales de IU, heridos. "Estoy harto de que mi nombre aparezca cada vez que hay un follón en Vélez-Málaga. Yo jamás he agredido a nadie; soy un concejalillo de pueblo que lo único que ha hecho toda su vida es deslomarse trabajando", dice Rincón. Pero lo cierto es que este fisioterapeuta de profesión, que cuenta con el 80% de los votos de Torre del Mar, el núcleo de población cuya independencia defiende, no deja de protagonizar rifirrafes. El del pasado miércoles ha terminado con un cruce de denuncias entre el grupo municipal de IU y el partido independiente. El desencadenante fue la noticia de que Rincón iba a ser inhabilitado como concejal por una sentencia judicial. Uno de los representantes de IU sacó una botella de cava en el pleno con la intención, según la versión del edil independiente, de celebrar la noticia -los ediles de IU sostienen que la presencia de la botella se debía a una apuesta-. Un concejal del partido de Rincón, Enrique Faura, pidió al alcalde, Antonio Souvirón (PSOE) que exigiera a los concejales de IU que retirasen la botella y, ante las afirmaciones del alcalde de que no había visto botella alguna, Rincón y Faura se lanzaron a buscarla. La encontraron y Faura la rompió sobre la mesa de los representantes de IU, hiriendo a uno de ellos, Inocencio Ruiz, en dos dedos de la mano. Ahora, Faura tiene una denuncia por lesiones y Ruiz una por provocación. Pero el señalado es Rincón, que ahora además se ha encontrado con una condena a un año de cárcel, la inhabilitación como concejal y al pago de una multa de ocho millones por acusar, en 1993, al secretario del Ayuntamiento, Antonio Ramón Rueda, de falsificación de documentos. "Estoy dolido porque mi actitud de denunciar irregularidades en un Estado de Derecho como es España me ha llevado a aguantar una gran cantidad de vejaciones y a que al final se me eche la culpa de cualquier incidente que ocurra", dice Rincón. Pero lo cierto es que a él tampoco le gusta pasar desapercibido. Hace unos meses, protagonizó un enfrentamiento en otro pleno con el concejal andalucista Manuel Hierro que también acabó en agresiones y hospitales. En otra ocasión fue a juicio acusado de haber firmado con heces un documento público, aunque finalmente los análisis demostraron que la sustancia utilizada para la firma no había sido tal y resultó absuelto. Otra vez salió a repartir rollos de papel por los colegios de la localidad para denunciar que al equipo de Gobierno se le había pasado incluir la partida para su compra en los presupuestos. También se hizo famoso por su iniciativa de casar parejas en alta mar. Él mismo se reconoce "cierta capacidad para llamar la atención", pero no asume la culpa de los rifirrafes. En el Ayuntamiento de Vélez están desesperados. "Es un palo ir por la calle y que la gente te regañe porque nuestros plenos dan vergüenza", confiesa el concejal socialista Antonio Beltrán. "A ver si entre todos ponemos fin a estas situaciones".