El creador de perfumes francés Guerlain, herido en un espectacular robo de su casa
Fueron cuatro horas de terror. Jean-Paul Guerlain, el gran perfumista francés de los últimos años, acababa de regresar a su mansión de Mesnuls, cercana a Versalles. Venía de presentar en los Campos Elíseos su última creación: Guerlinade, cuando llega el verano. Le esperaban amigos y colaboradores para una fiesta privada. A las once y media de la noche del jueves un grupo de 12 encapuchados asaltó su residencia con inusitada violencia, le hirió de gravedad, aterrorizó a sus invitados y se llevó dinero, joyas y obras de arte valorados de cientos de millones de pesetas.
Guerlain, de 61 años, está fuera de peligro. Recibió un disparo en el muslo cuando, aterrorizado, trató de hacerse con un arma. De acuerdo con el relato de las víctimas -miembros de la familia, invitados y personal de servicio- el asalto fue violentísimo. Tanto, que el carpintero de la casa optó por lanzarse al vacío a través de una ventana situada a una altura de seis metros del jardín para escapar de los golpes.Los hechos se iniciaron a última hora del jueves con la llegada a la residencia de los Guerlain de tres o cuatro vehículos de los que descendieron los encapuchados. Tras encañonar y neutralizar al guarda de seguridad que les salió al paso, los asaltantes cubrieron a la carrera el gran espacio ajardinado y, una vez dentro del edificio, reagruparon en una sala del primer piso a la veintena de personas que se encontraban en el interior.
El gran caserón de Mesnuls que ha albergado a las cinco generaciones de renombrados perfumistas herederos de Pierre François Pascal, el fundador de la dinastía, se encuentra situado a una quincena de kilómetros de Clairefontaine, sede de entrenamiento de la selección francesa de fútbol.
Jean-Paul Guerlain había regresado a casa más tarde de lo habitual porque unas horas antes, en su elegante establecimiento de los Campos Elíseos de la capital francesa, había presentado a la prensa su última creación Guerlinade (Cuando llega el verano), un perfume de carácter efímero inspirado en un modelo de 1910 que sólo permanecerá a la venta en las tiendas de París durante tres días, el 19, 20 y 21 de este mes. Junto a su familia, sus invitados y el servicio, el moderno creador Guerlain, uno de los mejores olfatos franceses, capaz de reconocer 300 fragancias diferentes, fue forzado a abrir la caja fuerte y a entregar a los asaltantes todo los objetos de valor existentes en la casa.
Aunque resulta difícilmente evaluable, el botín asciende sin duda a decenas de millones de francos. De hecho, una mujer norteamericana invitada a la gran recepcción que Jean Paul Guerlain se disponía a ofrecer ayer fue despojada de todas sus joyas, valoradas en unos 12 millones de francos (unos 300 de pesetas).
Los encapuchados abandonaron la casa hacía las 3.15 de la madrugada de ayer, tras cerciorarse de que no dejaban nada de valor detrás.
Impotente, a la vista de que el robo parecía consumarse, con los nervios rotos por el miedo y la tensión acumulada, Jean-Paul Guerlain trató de empuñar la pistola de alarma, pero su gesto fue reprimido a balazos. En circunstancias todavía no aclaradas, el administrador fue alcanzado por dos disparos en el pecho. Anoche se debatía entre la vida y la muerte.
El fiscal de tribunal de Versalles, Yves Colleu, que está al frente de un equipo de 40 gendarmes para investigar el caso, utilizó ayer expresiones como «agresión salvaje» para describir el ataque contra el creador de los perfumes Vetiver, Habit rouje y Samsara.
Pese a la minuciosa preparación del golpe, la violencia del ataque y las innumerables pistas dejadas por los asaltantes invitan a la policía a sospechar que el secuestro y robo de las casa de los Guerlain no fue obra de profesionales. Las sospechas se orientan más bien hacia el grupo de individuos que, igualmente encapuchados, llevan meses asaltando y robando a camioneros en las rutas de esa área de Yvelinas.
