El nuevo rock de barriada

La banda más combativa de Valdemoro presentó anteanoche en Madrid su segundo disco, un minielepé de remezclas llevado a cabo por algunos de los D.J.'s más interesantes del panorama de los nuevos sonidos de baile españoles. El grupo del genial y extraño letrista Terry I. D. presentaba nuevas incorporaciones a la formación original, como es la del excelente batería y veterano en un montón de formaciones del rock español, Kiki, y la de un D.J. que aporta el toque más contemporáneo. En cuanto a los temas del grupo, éstos siguen evidenciando, merced a la energía y la autenticidad con las que son interpretados, la voluntad de Sindicato... de recoger la herencia del rock de barriada que definió épocas pasadas; eso sí, bien macerada la esencia del rap más peleón.Las letras del grupo siguen una línea dura que nada sabe de correción política, ni manuales de buenas costumbres: la pura ley de la calle, las drogas, el sida, violencia, la incomprensión del duro entorno urbano, la continua presencia de los guetos... Todo ello sazonado con un lenguaje explícito en el que los tacos son moneda corriente. El público celebró y coreó los éxitos de la banda: Juana, Deportivo V.I.H. o Teniente corrupto, disfrutando de las evoluciones s obre el escenario de los muy enérgicos rappers, la rotundidad de la guitarra y los contagiosos ritmos bailables.

Hoy por hoy, y sin contar con el apoyo de una gran compañía de discos, Sindicato del Crimen -al igual que Def Con Dos, Ktulhu y criaturas del mismo pelaje- tiene todas las papeletas para sustituir a los dinoraurios del rock radical español a la manera clásica, aportando una característica fundamental que va con los tiempos: la canalización de la energía, la frustración y la reclamación de un mundo mejor para los que no nacieron bajo el foco.