El alcalde de Girona acusa de ignorancia y mala fe al consejero Comas

Las declaraciones efectuadas por el consejero de Bienestar Social, Antoni Comas, en su reciente visita a Girona han originado una tempestad política en las filas del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) e Iniciativa per Catalunya (IC). El alcalde de Girona, Joaquim Nadal, considera que la visita del consejero Antoni Comas tenía como único objetivo dirigir un ataque político guiado por la ignorancia y la mala fe. A un año de las elecciones, en algún laboratorio oscuro del Gobierno se ha decidido levantar alguna veda, dijo Nadal. Comas descalificó la Mesa de la Inmigración, que reúne desde hace dos años a partidos políticos, organizaciones no gubernamentales, sindicatos y la Administración, y anunció que la representación del Gobierno de la Generalitat dejaría de acudir a sus reuniones. Joan Boada (IC) considera que esta decisión es un vergonzoso insulto a la sociedad civil gerundense, que se había movilizado para dar respuesta al fenómeno de la inmigración. Boada asegura que el abandono de la mesa se debe precisamente a su eficacia y a sus osadas propuestas. La mesa no ha desconvocado su próxima reunión, en la que se debatirá la sentencia de Capmany. Listas de espera Desmintiendo otras afirmaciones efectuadas por Comas, la diputada socialista Marina Geli aseguró que en Girona sí existen listas de espera para entrar en los geriátricos y criticó la práctica de restringir los criterios de admisión para falsear estos datos. Por su parte, Pia Bosch, responsable de servicios sociales del Ayuntamiento de Girona, negó que deban sufragar, tal como reclamó el consejero, las becas de ocho niños ingresados en el centro de mujeres maltratadas de la Generalitat de Cataluña. Bosch añadió que Bienestar Social prevé recortar en el 20% su aportación anual al Ayuntamiento de Girona. La responsable de servicios sociales municipales explicó que las subvenciones del Departamento de Bienestar Social a los municipios se están congelando, pero matizó que en Girona se recortan porque, según ironizó la concejal, "nos quiere [el departamento] especialmente".