Las mujeres ven difícil que la acción positiva cause discriminación masculina

El II Congreso Internacional sobre Género y Políticas de Acción Positiva, que se celebra en San Sebastián, sirvió para poner sobre la mesa las asignaturas pendientes en aras a lograr una igualdad efectiva entre hombres y mujeres. Las diferencias en educación o en la participación en la vida política volvieron a alzarse en bandera de la necesidad de las políticas de acción positiva. Las ponentes avalaron la validez de estas medidas, porque "todavía está muy lejos la posible discriminación del hombre".

Más que un debate, la jornada de ayer fue una puesta en común de los problemas más urgentes con los que se encuentran las mujeres, tanto en Occidente como en los países en vías de desarrollo. Las desigualdades que se perciben, según diversas representantes institucionales, son tantas que hacen casi imposible que las medidas de acción positiva puedan llevar a caer en los mismos errores que ahora se le achacan al machismo. Las participantes coincidieron en que "todavía está muy lejos una posible discriminación del hombre". La directora adjunta de la División para el Avance de la Mujer de la ONU, Kristen Timothy, centró su intervención en la nueva concienciación surgida tras la Conferencia sobre la Mujer de Pekín sobre los derechos femeninos como parte inalienable de los derechos humanos y las libertades fundamentales. "Hoy", dijo, "por fin se toma la violación como un crimen de guerra". Pero más allá de las conquistas, Timothy destacó también las metas que restan por alcanzar. Las desigualdades más flagrantes se dan, a su juicio, en la educación. En este sentido, abogó por "asegurar un buen nivel formativo para las mujeres en todo el mundo", que en los países del Tercer Mundo tiene su lado más oscuro en la seguridad. "Hay que poner los medios para garantizar que las niñas no queden embarazadas". Esta experta en los problemas de la mujer reivindicó la igualdad en lo que se refiere a la sexualidad y en lo relativo a la participación activa en la política. Su compañera de congreso Olf Olafsdottir, secretaria general del Comité para la Igualdad del Consejo de Europa, denunció la escasa presencia de las mujeres en puestos de decisión y poder. "El 85% de los cargos de poder del Consejo de Europa", precisó, "está en manos de los hombres". La asunción por parte de las mujeres de puestos de responsabilidad se antoja como otra de las grandes metas, procurando desterrar los modelos masculinos que tradicionalmente adoptaban las mujeres que alcanzaban estas posiciones. Porque además, según Soledad Blanco, miembro de la Dirección General V de la Comisión Europea, la mujer puede aportar sentido "asociativo, de cooperación y diálogo". La inauguración de este congreso, organizado por Emakunde, se tuvo que celebrar en ausencia del lehendakari, José Antonio Ardanza, que sufrió un ataque de ciática.