"Sustituir el reloj de la plaza Mayor por uno de cuarzo es un atropello"

Roberto Moreno García (Zamora, 1953) atesora un extenso historial: doctor en Ciencias Químicas, imparte clases en la Escuela de Ingenieros de Montes de la Universidad Politécnica de Madrid, experto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) e historiador de la ciencia y la tecnología. De esta última ocupación proviene su mayor pasión,la de mecánico relojero, que le ha llevado a reparar relojes antiguos de gran valor. Así hizo con el de la Puerta del Sol, conjuntamente con expertos de la casa Losada. Esta afición le ha hecho rodearse en su hogar de relojes de trescientos años de historia dotados de gran belleza. Es autor del libro José Rodríguez de Losada, vida y obra. Losada fue creador, entre otros, del reloj de la Puerta del Sol, en 1865. Y un ilustrado que se exilió en Inglaterra, donde destacó como uno de los mejores relojeros de la época.Pregunta. ¿Cómo surgió su afición a los relojes antiguos?

Respuesta. La mecánica me ha entusiasmado siempre, sobre todo la historia de los instrumentos que permitieron alcanzar logros científicos. En España, casi nadie ha reparado en la historia de los aparatos usados por los científicos. Además, soy un apasionado de los relojes.

P. ¿Cuáles son los relojes de torre más importantes de Madrid?

R. El de la Puerta del Sol, aunque no es de primerísima fila, es especial por ser un modelo infrecuente. Otro es el de la iglesia de Santa Cruz, que está desguazado en los depósitos del Ayuntamiento y perteneció al Ministerio de Fomento. Este aparato fue desmontado hace más de veinte años. También el de los Escolapios de Getafe. Son tres piezas, construidas por Losada, magníficas. Asimismo, el reloj del Banco de España, realizado por el vicepresidente del Instituto Británico de la Relojería David Glasgow; el de la Armería del Palacio Real; el del hospital del Niño Jesús, el del palacio de Aranjuez y uno que se encuentra en Ciempozuelos.

P. ¿En qué estado de conservación se encuentran en la actualidad?

R. En general, su estado de conservación es malo, porque subir a las torres es una tarea complicada y no hay mantenimiento adecuado para darles cuerda. Desde luego, lo que no debe hacerse nunca es desmontarlos y poner en su lugar uno de cuarzo, aunque hay intereses de empresas por hacerlo. Así se pierde la pieza histórica y se sustituye por uno que es poco más que de cocina.

P. ¿Qué pasó en la plaza Mayor?

R. Se desmontó el de la Casa de la Panadería y en una plaza del siglo XVII han puesto un reloj de cuarzo que toca un chotis con una música electrónica. Es un atropello lamentable, está totalmente descontextualizado y es antiestético. Este tipo de relojes va bien en aeropuertos y estaciones de tren, pero, pese a ello, el alcalde está tan contento.