Proceso a la CBS por filmar a las víctimas de un accidente de tráfico
El Supremo de California busca proteger mejor la intimidad
Ruth Shulman y su hijo Wayne sufrieron un terrible accidente de tráfico en California. Wayne quedó parapléjico. Meses después Shulman vio en televisión imágenes en las que, malherida, pedía a los enfermeros que la dejaran morir. El Tribunal Supremo de California ha admitido a trámite una demanda de esta mujer contra la CBS; los jueces quieren afilar la línea entre el derecho a informar y la intimidad.
De la decisión del Supremo de California se desprende que un periodista o reportero de cualquier medio de comunicación que emplee micrófonos o cámaras para conseguir una noticia debe establecer en cada caso dónde acaba la noticia y dónde comienza la intimidad de la persona. Si el periodista no establece ese límite, podrá ser demandado desde ahora por invasión del derecho a la intimidad de la persona que haya sido grabada. El texto de la decisión del Supremo establece nuevos parámetros para proteger el derecho a la intimidad. Según el tribunal, el hecho de que un acontecimiento sea noticia no anula el derecho a la intimidad de las personas que lo protagonizan.Es un argumento contra algunas técnicas que se emplean en Estados Unidos para conseguir noticias. El caso que ha originado la resolución se basa en el comportamiento -también habitual- de varios reality shows que construyen programas enteros siguiendo con las cámaras a los coches de policía y las ambulancias . En muchas ocasiones, los helicópteros de las televisiones llegan antes que los equipos de rescate a los accidentes. Como ocurrió a finales de abril pasado, con la emisión en directo y en horario infantil de un suicidio tras una persecución policial en Los Angeles.
Uno de los jueces del Supremo asegura que la justicia "no debe entrometerse en la potestad que tienen los medios de comunicación para decidir qué deben publicar o emitir, pero tampoco los medios pueden comportarse como un tirano que espía ilegalmente a los individuos amparado en un supuesto derecho a la información".
Los magistrados del Supremo californiano dictaminan que una persona no puede demandar a un medio de comunicación por invasión en su intimidad, si esa persona está inmersa en un hecho noticiable y si la cobertura de los medios es proporcional a la relevancia del acontecimiento. Sin embargo -dicen los jueces del caso de Shulman- "en cualquier otro caso se puede invadir el derecho a la intimidad si los reporteros realizan una cobertura ofensiva de un acontecimiento. Y grabar conversaciones privadas", aclaran los magistrados, "es una forma ofensiva de cubrir una información". Los jueces acuden al caso Sulman para establecer el ejemplo: "El accidente de tráfico era un hecho noticiable, pero Shulman y su hijo tenían y tienen derecho a conservar un margen de privacidad y sus conversaciones con los médicos eran privadas".
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