Alemania registró 224.000 parados menos en el mes de mayo

El presidente de la Oficina Federal de Empleo, Bernhard Jagoda, anunció el martes en Núremberg que el pasado mes de mayo el número de parados en Alemania descendió en 224.000 personas. A pesar de esta disminución, la mayor que se registra en un mes de mayo desde la reunificación alemana, la situación sigue siendo alarmante. "Sólo hemos ganado una etapa en nuestra carrera contra el desempleo", agregó el alto funcionario poniendo sordina a cualquier euforia que pueda desatar este anuncio.

"Todavía hay 4.197.000 personas a la espera de un puesto de trabajo", recordó Jagoda. La tasa de desempleo es ahora del 10,9%. En mayo de 1997, este índice era del 11,1%. Extraoficialmente, los expertos consideran que el número real de parados asciende a seis millones.La disminución del número de parados benefició más al oeste de la Alemania reunificada. Mientras en la ex Alemania Occidental (RFA), el número de parados se redujo en 126.700, quedando en 2.825.000, con un índice de paro del 9,1%, en el este, en los Estados federados que integraban la República Democrática Alemana (RDA), el descenso ha sido de 96.000 personas, contando ahora con 1.372.000 parados. La tasa de paro se sitúa allí en el 18,1%. Las tasas de desempleo en Alemania oscilan, según las regiones, entre el 6,6% de Baviera, la más baja, y el 20,3% en Sajonia-Anhalt, la más alta, en el este de Alemania.

Según Jagoda, el factor principal que apoya este desarrollo es el impulso normal que registra la coyuntura durante la primavera, impulso que origina por sí mismo alrededor de 170.000 puestos de trabajo mientras la demanda interna sigue en expansión.

En la recta final de la campaña electoral, el anuncio de Jagoda ha sido una agradable sorpresa para la coalición de Gobierno, sometida a los saetazos de los partidos de oposición y de los poderosos sindicatos alemanes, que critican al canciller Kohl no haber logrado reducir a menos de cuatro millones la cifra de parados.

Tras conocer el anuncio de la Oficina Federal de Trabajo, la oposición socialdemócrata y los sindicatos acusaron al Gobierno de haber aplicado una inyección de 5.000 millones de marcos al mercado laboral con fines electorales. Jagoda refutó estas acusaciones declarando que los fondos adicionales recibidos por la oficina que preside se deben a "técnicas financieras".