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Zaplana cree que sería un error frenar inversiones rusas por temor a la mafia

Cautela, pero sin perjudicar al negocio. El presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, aseguró ayer en Moscú que "hay que ser precavidos" ante el dinero ruso de "procedencia poco clara", pero añadió que "sería un grave error cerrar la puerta a inversiones que, en su gran mayoría, son legales". Zaplana, que se sumó al esfuerzo de promoción que estos días hace la Comunidad en la capital del mayor país del planeta, consideró "absurdo" que unos cuantos casos puedan frenar en la Costa Blanca inversiones de gran potencial de crecimiento y generadoras de muchos puestos de trabajo.

El pasado diciembre, cuando Zaplana viajó a Moscú para inaugurar la oficina de turismo de la Comunidad Valenciana, el presidente, que entró en contacto con varios banqueros, trató con ellos de la forma de evitar el blanqueo de dinero en la Costa Blanca, destino que cada año atrae a unos 25.000 visitantes rusos. No parece que se haya avanzado mucho por este camino aunque, como ayer puso de relieve Zaplana, las relaciones entre los respectivos cuerpos de seguridad y ministerios del Interior no son de su competencia. En realidad, la Mostra de la Comunidad Valenciana que estos días se celebra en la moscovita Casa Central de Pintores pone el énfasis, como es lógico, en las posibilidades de ampliar los intercambios comerciales y, sobre todo, de vender los productos valencianos en el inmenso territorio de la Federación Rusa, de 147 millones de habitantes, una población que Zaplana infló ayer hasta 200 millones, aunque todavía se quedó cortó en relación con Julio Iglesias, que en el concierto del lunes habló de 250 millones. Los calzoncillos de Julio El cantante, que a cambio de 375 millones de pesetas promociona a la Comunidad Valenciana desde Tokio a Shanghai, pasando por Florida o Moscú, se pasó tanto de rosca que incluso elogió el supuesto efecto afrodisíaco de la paella, y logró una notable atención de los medios de comunicación rusos, con titulares como Iglesias no usa calcetines... y tampoco calzoncillos o Julio recomienda sexo en lugar de cena. Ayer, algunos de los 125 expositores de la muestra, frustrados por la escasa afluencia de visitantes, se quejaban de que su embajador no se hubiera dignado pasear un rato por la exposición para que ésta se hubiera ganado unos cuantos minutos de atención de las cámaras de la televisión y los fotógrafos de prensa. Pero ninguno de ellos criticaba abiertamente la contratación del cantante, quien se deshace en elogios a la Comunidad, aunque sea entre una ristra de bromas absurdas. Zaplana, que rivaliza con Jordi Pujol y Manuel Fraga en su afición a viajar al extranjero, considera la experiencia de esta muestra muy positiva y tiende a minimizar el peligro de penetrar en el complejo mercado ruso. Tres días después de que el director de una empresa mixta, Decor España, fuese asesinado con un bate de béisbol, el presidente de la Generalitat mostró su confianza en que la situación política y de seguridad tienda a normalizarse y dio a entender que los beneficios potenciales compensan los riesgos a correr. "No podemos quedar ajenos a un mercado de tanto potencial", señaló. "Las armas a utilizar", añadió, "deben ser la calidad y el diseño". En los últimos años, las ventas valencianas a Rusia han crecido espectacularmente, hasta alcanzar en 1997 casi 27.000 millones de pesetas, el 22% de las exportaciones españolas. Por eso, 125 empresas de alimentación, textil, muebles, construcción, moda y otros sectores se han decidido a explorar el mercado ruso. Sus experiencias les han permitido descubrir que no tienen ante sí un camino de rosas, pero tampoco un pozo lleno de serpientes.

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