La oposición acusa al presidente catalán de escenificar conflictos con el PP para excitar a sus seguidores

VIENE DE LA PÁGINA 1 Los partidos de la oposición coincidieron ayer en calificar el último choque verbal entre Jordi Pujol y el Gobierno del PP como un recurso para mantener una tensión artificial que permita la autoafirmación de cada parte y oculte la falta de resultados de la alianza que les une, sin ponerla en peligro. En nombre del Partit dels Socialistes, el diputado y alcalde de Girona Joaquim Nadal afirmó que este incidente "es una escenificación" y las excusas dadas por el propio Pujol al vicepresidente del Gobierno Rodrigo Rato "suenan a cínicas o falsas". Nadal dijo que hay ya antecedentes suficientes como para pensar que Pujol "lo hace a propósito". Primero "calienta a los suyos y a los otros", dijo, "y después los amansa y acaricia". Pero ya los ha "jaleado" y ha creado el clima que quería, añadió. El dirigente socialista dijo que lo alarmante del caso es que Pujol está dando repetidas muestras de descontrol. Recordó que no hace mucho se le fue la lengua hablando de "dejar de matar". Y que hace pocos días sucedió lo mismo a propósito de lo "ridículamente joven" que el presidente de la Generalitat se siente. Debería actuar con mesura, añadió, porque lo único que consigue es "deteriorar la imagen de Cataluña". Atribuyó este comportamiento a "una sobreexcitación y un nerviosismo que le traicionan". Los socialistas están convencidos de que esta excitación es fruto de la inquietud que causa en el presidente catalán "la combinación del efecto Borrell y el efecto Maragall". Esta combinación es "la suma de dos seducciones notables" que a su juicio tendrá consecuencias electorales. El portavoz del grupo parlamentario de Iniciativa per Catalunya-Els Verds, Jordi Guillot, dijo que en esta escaramuza "hay mucho ruido y pocas nueces". También en su opinión es una actuación que pretende trasladar a la opinión pública "la imagen de una confrontación" entre CiU y el PP "cuando en realidad están de acuerdo en todo lo fundamental". Guillot opinó que hay "demasiada sintonía política y demasiados intereses conservadores" en juego para pensar que trifulcas como esa pudieran tener consecuencias en los pactos de estabilidad que unen a CiU y al PP. Parecidas palabras utilizó el secretario general de Esquerra Republicana, Josep Lluís Carod, para referirse al incidente. Lo calificó de mero "humo de pajas". El líder republicano destacó también que CiU y el PP han decidido mantener un ámbito para el enfrentamiento mutuo, pero es sólo "el espacio de lo simbólico". Están de acuerdo en todo lo que consideran fundamental, dijo, por lo que no hay que dejarse impresionar por estos rifirrafes.