"Cuando se presente la candidatura" de González, "ya veremos", dice Aznar

El presidente del Gobierno, José María Aznar, se reafirmó ayer en su oposición a la reforma del sistema de elección del presidente de la Comisión Europea y reclamó para los representantes de los Estados que se sientan en el Consejo Europeo la exclusiva de proponer esas iniciativas. Aznar ya criticó el domingo en Viena las iniciativas surgidas en el ámbito de los socialistas para que el próximo presidente de la Comisión salga elegido del Parlamento. "No creo que sea muy conveniente", dijo, "lanzar ese tipo de ideas cuando estamos en pleno proceso de ratificación del Tratado de Maastricht y en el proceso de lanzamiento del euro".

"Todos los miembros del Consejo con los que he hablado opinan igual", señaló Aznar en una breve conferencia de prensa al término de su intervención en Naciones Unidas. El jefe del Gobierno insistió en que no le parece procedente introducir elementos "partidarios" en la elección del presidente de la Comisión. Actualmente es elegido por los jefes de Estado y de Gobierno de los países miembros que se sientan en el Consejo.En el fondo de esta polémica está la candidatura de Felipe González a la presidencia de la Comisión, que apoyan no sólo los socialistas europeos sino destacados miembros de la democracia cristiana europea, entre ellos el canciller alemán Helmut Kohl.

Aznar no quiso entrar a valorar una posible candidatura de González, aunque señaló que su Gobierno siempre ha apoyado a todos los españoles que han tenido la posibilidad de acceder a un cargo internacional. "Cuando se presente la candidatura, ya veremos", agregó.

Horas antes, en Luxemburgo, el ministro de Exteriores, Abel Matutes, ya había matizado las declaraciones de Aznar en Viena sobre el futuro presidente de la Comisión Europa. Matutes aseguró que Aznar no se opone a que lo sea Felipe González, sino al sistema de elección que propone el anterior dirigente, Jacques Delors: que el nuevo presidente sea elegido por el Parlamento Europeo y no por los jefes de Estado y de Gobierno de la UE. Según Matutes, el método de Delors acabaría con los equilibrios que rodean la elección por consenso y con el acuerdo con que trabajan en las grandes cuestiones las dos principales formaciones europeas: socialistas y populares, informa Walter Oppenheimer.

A su vez, González ironizaba en Oviedo respecto a la incomprensión de Aznar por esta iniciativa: "No parece que haya respetado mucho el trabajo de Delors. Pero me habría inquietado muchísimo que lo hubiera comprendido, porque entonces mal andaríamos". Explicó que le hubiera inquietado porque, reveló, es una idea de alguien "particularmente brillante", el italiano Tommaso Padoa-Schoppa, miembro, recordó, del Banco Central Europeo.

Ayer mismo, el comisario europeo Marcelino Oreja se mostraba de acuerdo "en gran medida" con esta fórmula y la calificaba de "imaginativa".

En la misma rueda de prensa en la sede de Naciones Unidas, Aznar volcó toda su capacidad de desprecio sobre HB, a la que calificó de "esclavos de ETA", y descartó, en una respuesta indirecta al obispo de San Sebastián, José María Setién, cualquier diálogo o negociación con los terroristas. "Lo que realmente importa es seguir golpeando a ETA, una y otra vez, hasta que vean que no tienen el más mínimo resquicio ni esperanza, y para que se enteren sus esclavos de HB".

De las entrevistas bilaterales que ha mantenido en su breve estancia en Nueva York, Aznar destacó su conversación con el primer ministro de Marruecos, Abderramá Yosufi, y anunció que antes de fin de mes se abrirán conversaciones bilaterales para renegociar el acuerdo de pesca que expira el año próximo.