Pakistán acusa a agentes indios del atentado contra un tren que causó 23 muertos

Pakistán acusó ayer a los servicios secretos indios del atentado con bomba producido horas antes contra un tren de pasajeros, en el que perdieron la vida 23 personas y hubo 32 heridos. El tren siniestrado cubría la ruta Karachi-Peshawar, que cruza el país de sureste a noroeste. La explosión, ocurrida cerca de Jairpur, en la provinca de Sindh, es la última en una serie que la pasada semana produjo estallidos, el jueves, en un cine de Lahore (tres muertos) y, el sábado, tres en Hyderabad, con un muerto y diez heridos.

El comunicado de ministerio de Exteriores paquistaní decía que el ataque «es obviamente un abominable acto terrorista patrocinado para la RAW (Ala de Investigación y Análisis, el servicio secreto de Nueva Delhi) que ha resultado en la pérdida de 23 vidas preciosas (...) Lo condenamos».

El texto subraya que el sabotaje del tren no contribuirá a aliviar la tensión regional creada después de que ambos países realizaran en mayo once pruebas nucleares, repudiadas por la comunidad internacional, que ve en ellas una amenazante carrera armamentistas en el sur de Asia.

Pakistán vive esporádicas estallidos de violencia fruto de los enfrentamientos entre la mayoría suní y la minoría shií y misteriosas explosiones que el Gobierno de Islambadad atribuye a agentes del de Nueva Delhi. India, que ha librado tres guerras con Pakistán desde la partición de 1947, niega cualquier implicación y ayer lo volvió hacer taxativamente, al tiempo que acusa a Pakistán de estar implicado en actos terroristas en su territorio, lo que Islambad niega.