Moscú exige el visto bueno de la ONU para cualquier operación de la OTAN en Kosovo

Rusia reiteró ayer que cualquier operación de la OTAN en la frontera albanesa con Kosovo deberá ser aprobada por el Consejo de Seguridad, donde Moscú tiene poder de veto. El portavoz de Exteriores de Moscú precisó que el visto bueno de Slobodan Milosevic sería imprescindible para un despliegue aliado en la provincia serbia, donde la escalada de enfrentamientos hace temer una nueva guerra surbalcánica. La advertencia rusa se produce a una semana de la reunión de los ministros de Defensa de la OTAN y de una sesión extraordinaria, el día 12, del Grupo de Contacto.

Las grandes potencias intentarán de nuevo reconducir la situación de Kosovo, la provincia serbia de mayoría albanesa donde los últimos ataques de la policía y el Ejército de Milosevic, que utilizan armamento pesado en una guerra no declarada, han causado al menos 52 muertos, según fuentes albanesas de Pristina. Decenas de miles de personas han huido de sus hogares.Un equipo de reconocimiento de 40 expertos está ya en Macedonia y llegará la semana próxima a Albania para calibrar las opciones reales de la Alianza en una hipotética operación en las fronteras serbias. Estimaciones iniciales cifran en más de diez mil los soldados necesarios para impermeabilizar la abrupta franja de 70 kilómetros, a dos mil metros de altura, que separa Serbia de Albania y en la que no existen facilidades logísticas.

Albania aseguraba ayer que en su territorio hay ya cerca de diez mil personas, la mayoría mujeres y niños, escapadas de los combates en el suroeste de Kosovo, donde las fuerzas serbias intentan acorralar a la cada vez más fortalecida guerrilla independentista del Ejército de Liberación. La moderada Liga Democrática, el principal partido kosovar, canceló ayer como había anunciado un encuentro con los serbios sobre el futuro de la provincia-gueto, donde nueve de cada diez de sus dos millones de habitantes son de origen étnico albanés.

Tirana acusa a Milosevic de haber desatado una vasta operación de limpieza étnica contra la mayoría albanesa, denuncia que ayer compartió el director político del ministerio alemán de Exteriores, Wolfgang Ischinger, quien señaló que el Grupo de Contacto y el Consejo de Seguridad deben debatir el tema inmediatamente. El secretario general de la ONU, Kofi Annan, deploró desde Nueva York las "atrocidades" que se están cometiendo.

El portavoz ruso de Exteriores, Valery Nesterushkin, precisó en Moscú que «Kosovo es parte de un Estado soberano, y cualquier decisión para llevar allí tropas debe tener en cuenta fundamentalmente la opinión de ese Estado».

Rusia es un tradicional aliado de Milosevic y hasta ahora ha ultilizado su pertenenencia al Grupo de Contacto (con Estados Unidos, Alemania, Francia, Reino Unido e Italia) para socavar las iniciativas occidentales contra el dictador serbio. Haciéndose eco de las declaraciones del primer ministro británico, Tony Blair, en Roma, el titular británico de Defensa dijo ayer a la BBC que la OTAN está considerando «todas las opciones, incluyendo las más radicales».