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Inventos del "TBO"

Inventores Bartolín y Juan Ramón Casero. Aquel, concejal, éste, diputado andaluz, ambos del Partido Popular. El primero descubre el secreto de cómo autosecuestrarse sin que se note apenas -es un decir- y sin más compañía que el ángel de la guarda. Se pasea por Irún, se vuelve en taxi y deja a deber al taxista veinte duros: serán para el medicamentazo. Su nombre ha sonado más que el del otro Bartolo, el que tiene una flauta con un agujero sólo. Por si fuera poco, sale otro inventor, el diputado. Presenta una enmienda a la totalidad de la Ley de Sociedades Cooperativas Andaluzas. Explica su presentación porque así todos serán empresarios y no proletarios. Éste sí que es un hallazgo y no el de Bartolo. A ver cómo lo consigue y lo patenta en Alicante. Claro que puede alcanzarlo con un milagro. Así se entiende que, para apoyarse, acuda a la Iglesia, católica por supuesto, y no a su pensamiento actual, sino al de 1920, como si aquel pensamiento y su utilización no hubieran dado juego a quienes lo han justificado todo en la política del bajo palio. Con estos inventores, vamos a terminar en un Estado aconfesional, porque lo dice la Constitución, aceptando conductas como la del Obispo de Huelva, que retira pinturas porque aparecen desnudos y se le olvidan las de los angelotes de la iglesia que aparecen en pelotas, o la del alcalde de Almería, quien después de echar los libros de la feria hace unos meses, ahora va y echa a quienes no tienen donde dormir. Vamos a dejar a las personas con sus techos, a las empresas que generen empleo, a los trabajadores que trabajen, a la Iglesia con su Fe, y a los políticos con la política de bienestar social y de empleo, sin mezclar churras y merinas, no vaya a ser que vuelva a ser la Iglesia el norte y el cielo de los políticos porque, entonces, los ciudadanos no íbamos a parar de hacer genuflexiones. A lo peor Bartolo no está solo ni la flauta tiene un agujero sólo, aunque para inventos prefiero los del TBO.

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