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Albania apoya por primera vez la lucha armada de los kosovares contra Serbia

El partido gobernante albanés, el socialista del primer ministro Fatos Nano, hizo ayer una declaración apoyando formalmente por primera vez, sin mencionar al UCK, la resistencia armada de «nuestros hermanos kosovares» contra las fuerzas de Milosevic, a las que acusan de genocidio. De los dos millones de habitantes de Kosovo, el 90% son de origen albanés. En los últimos días, el Gobierno de Tirana está pasando de una actitud extremadamente prudente sobre el conflicto que tiene a sus puertas a otra más beligerante.

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Guerra en Kosovo

Albania ha pedido formalmente esta semana el despliegue de la OTAN en su territorio. La Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) anunció ayer el aumento de ocho a treinta del número de sus observadores en la frontera entre Albania y Serbia. La afluencia de kosovares, sobre todo mujeres y niños, que cruzan las montañas para alcanzar el noreste de Albania, ha convertido esta zona, la más miserable del país más pobre de Europa, en un campo de refugiados ambulante. Los civiles atemorizados siguen abandonando la provincia serbia de mayoría albanesa para dirigirse sobre todo a la vecina Albania, adonde habrían llegado a pie en la última semana entre cuatro y cinco mil personas, según estimaciones de organizaciones humanitarias sobre el terreno.En las últimas horas al menos tres kosovares han muerto en enfrentamientos con las fuerzas policiales y militares serbias en el oeste de Kosovo. Los ministros de Exteriores de los seis países que integran el Grupo de Contacto (EE UU, Alemania, Francia, Reino Unido, Rusia e Italia) se reunirán probablemente en Londres el próximo día 12 para decidir nuevas medidas contra el régimen serbio. Slobodan Milosevic, que ignora las reiteradas amenazas occidentales, prosigue sus ataques indiscriminados contra pueblos del occidente de Kosovo -en la zona entre Pec, Decani y Djakovica- donde es mayor el arraigo de la guerrilla independentista del Ejército de Liberación (UCK) que combate cada vez más eficazmente a las fuerzas de Belgrado.

Alemania pidió ayer medidas inmediatas para evitar una riada de refugiados albaneses de Kosovo extendiéndose por Europa occidental, a la vez que urgía a sus aliados en la OTAN a decidir sobre una posible intervención militar para atajar la crisis. El ministro alemán de Exteriores, Klaus Kinkel, dijo en la Conferencia Euromediterránea de Palermo que «miles o quizá decenas de miles» huyen de la región y deben adoptarse medidas para que sean acomodados en Albania o Macedonia.

La Liga Democrática de Kosovo (LDK), el partido mayoritario de la provincia, que dirige Ibrahim Rugova, ha confirmado que no acudirá a la reunión negociadora que debía celebrarse hoy en Pristina con una delegación de Belgrado. Rugova, de vuelta de EE UU, canceló ayer un encuentro en Roma con el ministro italiano de Exteriores y ha apresurado su vuelta a Kosovo. En Pristina, varios miles de albaneses se manifestaron ayer al grito de «¡OTAN a Kosovo»!».

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