Medio Ambiente destaca la disminución de los incendios registrados en 1997

A menos que Chaves le destituya, el responsable de Medio Ambiente, José Luis Blanco aseguró ayer que él no se irá aunque, como consejero que es, "hay que tener siempre las maletas preparadas". Mientras tanto, ayer presentó el informe sobre medio ambiente correspondiente a 1997, un año "bueno" en el que las condiciones meteorológicas ayudaron al mantenimiento de las zonas verdes, así como a la disminución de los incendios, aunque hubo 677 fuegos que afectaron a 2.400 hectáreas, 1.300 de ellas de terreno arbolado.

La undécima edición del informe anual de medio ambiente, la del año pasado, a buen seguro, será mucho mejor que la de éste. El volumen que presentarán el año que viene "incluirá un capítulo específico" sobre el desastre de Doñana, según explicó el consejero Blanco mientras una lluvia torrencial caía en la calle ayer por la mañana. El año pasado, también por las lluvias, los acuiferos estaban llenos, los ríos caudalosos y la vegetación en pleno esplendor, si bien las copiosas precipitaciones arrasaron más de 100 toneladas de suelos por hectárea. En cuanto a los incendios, Blanco afirmó que la "superficie forestal en Andalucía está estabilizada", y el pasado año no fue malo gracias, entre otras cosas, "a la colaboración ciudadana", si bien el 23% de los incendios fueron intencionados. El consejero relató los avances en los tratamientos de residuos sólidos urbanos. En 1997 "se terminó la planta de Granada, el vertedero de Almería y comenzó la planta de Córdoba". En cuanto a la agricultura ecológica se alcanzaron las 32.000 hectáreas. Respecto al reciclaje de residuos, Blanco destacó la implantación de un contenedor por cada 1.200 habitantes en las provincias de Córdoba, Huelva y Málaga. Y el mismo porcentaje para la recogida de vidrio en Almería Córdoba y Huelva. El resto están cubiertas al 80%. El 60% de los espacios protegidos declarados reservas de la biosfera en España están en Andalucía. El pasado año se celebró el décimo aniversario de uno de esos parques, el de Cabo de Gata-Níjar, en Almería. Pese a los datos, Doñana ocupa todas las preocupaciones medioambientales, y ayer llovía copiosamente. Pero, según el consejero de Medio Ambiente, las lluvias caen ahora sobre suelo húmedo por lo que se reduce el riesgo de filtraciones y, aunque no son buenas, las precipitaciones ayudan a bajar la acidez del agua y la presencia de metales pesados.