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EL JUICIO DEL 'CASO MAREY'

Sancristóbal dice que ideó secuestrar a un etarra y que Barrionuevo y Vera le dieron autorización

Julián Sancristóbal, gobernador civil de Vizcaya cuando se produjo el secuestro de Segundo Marey en 1983, aseguró ayer ante la Sala Segunda del Tribunal Supremo que fue él quien comentó al ex ministro José Barrionuevo y al ex secretario de Estado de Seguridad Rafael Vera la posibilidad de secuestrar a un etarra y obtuvo "el respaldo y la autorización" de la cúpula del Ministerio del Interior. Sancristóbal mantuvo que viajó a Madrid y comentó la posibilidad del secuestro del etarra Mikel Lujua "tanto con Vera como con Barrionuevo", y aseguró que el primero le entregó el dinero para los gastos.

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Sancristóbal, para quien el fiscal pide 22 años de cárcel, respaldó la versión que han dado los policías que intervinieron en el secuestro, aunque sustituyó las referencias a las "órdenes" impartidas desde Interior para llevar a cabo el secuestro por "la aquiescencia" y la "autorización" a su propuesta de realizarlo. Considerado el principal testigo de cargo, al haber pasado por él tanto las conversaciones que los demás conocieron por referencias como el dinero para financiar el secuestro, Sancristóbal incriminó concienzudamente a sus superiores entre muestras de "respeto" y "afecto" por su "gran labor, esfuerzo y sacrificio para tratar de conseguir la seguridad en España".El ex gobernador civil se atuvo a las directrices de su defensa, consistentes en exculpar en lo posible al ex dirigente socialista Ricardo García Damborenea, negar a ultranza cualquier vinculación con uno de los comunicados de reivindicación que exige a Francia la liberación de cuatro geos detenidos a cambio de no matar a Segundo Marey -un hecho determinante para que el plazo de prescripción del delito se amplíe de 10 a 15 años- y tratar de convencer al tribunal de que el secuestro fue una "detención" que "no estuvo totalmente fuera del marco legal".

Sancristóbal dedicó la primera media hora de su declaración a evocar la situación en el País Vasco en 1983, un año en que ETA había cometido 40 asesinatos y que había sido muy duro en secuestros. Tras señalar la "extraordinaria conmoción" que supuso el secuestro del capitán de Farmacia Alberto Martín Barrios, relató que le llegó una información de Francia, a través de Miguel Planchuelo, jefe de Información de Bilbao, y de Francisco Álvarez, jefe superior y delegado para la Lucha Antiterrorista, sobre la posibilidad de secuestrar al etarra José María Larretxea. El fiscal le preguntó si Vera y Barrionuevo dieron el visto bueno y Sancristóbal no dudó: "Son informados puntualmente por mí. Les cuento la posibilidad de tratar de salvar al capitán y obtengo la aquiescencia y autorización de Barrionuevo y Vera".

El ex gobernador civil se extendió en detalles sobre la operación, que "sin el visto bueno de Interior, rotundamente no habría podido ser llevada a cabo".

Fiscal. Fracasa la operación, Martín Barrios es asesinado, y con los cuatros geos encarcelados en Francia, ¿quién toma la decisión de traer al etarra Lujua?

Sancristóbal. Creo que es en torno a octubre cuando tengo conocimiento, a través de Álvarez, de que el comisario francés Guy Metge tiene información sobre un dirigente de ETA militar. Yo me traslado a Madrid y comento esa posibilidad tanto con Vera como con Barrionuevo. Obtengo respaldo y autorización, pero por los problemas que hubo con Martín Barrios me dicen que sería bueno hacerlo con el equipo del comisario Guy Metge.

F. ¿Con qué fondos?

S. Yo en el Gobierno Civil no disponía de fondos. Les planteo a mis superiores que me pidan un millón de francos. Vera me los facilita, en billetes, en un maletín. Yo hablé en presencia de Barrionuevo del conjunto de la operación. No guardo memoria de si cité la cantidad".

Sancristóbal reiteró que mantuvo informados a Vera y Barrionuevo "puntual y detalladamente" del secuestro, en la noche del 4 de diciembre de 1983 y en los días siguientes. Dijo que Vera le llamó la noche del secuestro para advertirle que habían secuestrado por error a Marey. Fue entonces cuando Sancristóbal decidió consultar a García Damborenea.

"La finalidad de citar a Damborenea era conocer su opinión. Se había cometido un error y él era el secretario general del PSOE en Vizcaya. Se trataba de obtener un aval político que podía reforzar no sólo mi propia posición, sino también la de Vera y Barrionuevo", explicó Sancristóbal.

Doble contradicción

El procesado se extendió entonces en explicaciones tan prolijas que incurrió en dos claras contradicciones respecto a su declaración sumarial. Dijo que habían retenido a Marey, tras conocer el error, hasta comprobar su vinculación o no con ETA. El fiscal hizo leer el acta de su declaración en la que hace dos años Sancristóbal declaró que Damborenea y él decidieron retenerlo unos días "para influir en la libertad de los geos".Después afirmó que él nunca redactó el comunicado que reivindica el secuestro y exige a Francia la libertad de los geos a cambio de no matar a Marey. El fiscal hizo leer el acta donde dice lo contrario y Sancristóbal explicó: "Es que ahí falta una palabra; falta un "si", en condicional. Lo que se quiere decir es que "si" se hubiese producido ese comunicado, no se tenía ninguna intención de cumplir esa amenaza. Hay cuatro fallos de transcripción en mis declaraciones y ése es uno. Debe quedar claro que ni yo ni ninguno de mis subordinados dio ese comunicado, ni nunca se estableció ninguna condición". Sancristóbal admitió haber redactado por los GAL, que eligió de una lista de 6 o 7 "por ser las más sonoras". En contra de lo dicho en el sumario, ayer no recordó "con exactitud" si Damborenea estaba con él.

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