Vall d"Aran pide ayuda policial para evitar la caza furtiva
El Consell Generau d"Aran y el Departamento de Agricultura de la Generalitat han propuesto al Departamento de Gobernación de la Generalitat que aplique un programa conjunto de actividades que permita poner fin a la caza furtiva en esta comarca.Esta práctica, si bien ha descendido en los últimos años, todavía está presente en las zonas de montaña a pesar de estar castigada con sanciones económicas que, en algunos casos, pueden llegar hasta la prisión para los cazadores detenidos. La Administración aranesa tiene traspasada la competencia en materia de medio natural, por lo que la gestión de la caza en la comarca es un asunto de su responsabilidad. La Vall d"Aran tiene en estos momentos una decena de agentes forestales, pero son insuficientes para controlar la gran extensión de bosques en los que se produce la caza furtiva. Por ello, el Consell Generau ha solicitado a la Generalitat que se desplacen a la Vall d"Aran guardas forestales de comarcas vecinas con los que organizar batidas y acciones de vigilancia. Entre las medidas en proyecto figura el refuerzo de la vigilancia durante la temporada de caza, con especial intensidad en primavera y en verano, cuando comienza a oírse el canto del urogallo, y en mayo o en septiembre, cuando empieza tanto en Francia como en Cataluña la temporada de caza del rebeco. Como apoyo a los agentes forestales, el síndico de Aran, Carlos Barrera, ha pedido al Departamento de Gobernación de la Generalitat que una vez se haya producido en la comarca el despliegue de los Mossos d"Esquadra, en 1999, se prepare un grupo especial para ocuparse de los aspectos que escapan de la competencia de los forestales, como descubrir el destino de las piezas, saber si las prácticas furtivas descubiertas son obra de redes organizadas interesadas en capturar especies protegidas o bien si se trata de grupos esporádicos que utilizan los ejemplares capturados para comerciar con sus pieles y cabezas en el mercado negro.
