_
_
_
_
Reportaje:

Chiapas seduce a Cataluña

¿Por qué Chiapas y no cualquier otro lugar del mundo amenazado por la pobreza o la guerra? "Quizá porque Chiapas no da miedo a nadie, porque abre esperanzas a todo el mundo y por la universalidad de los valores por los que luchan los indígenas de esta zona, que plantean un nuevo humanismo en el que cualquiera se siente identificado". El barcelonés Iñaki García opina que éste es el motivo del gran interés que ha despertado en el mundo -no únicamente entre las ONG- la lucha en favor de los derechos humanos encabezada por el subcomandante Marcos desde 1994. García asegura que desde el primer momento le sedujo aquella revuelta, a la que se entregó como activista del Col.lectiu de Solidaritat amb la Rebel.lió Zapatista. Determinar el número de colectivos y de personas que en Cataluña, de forma más o menos activa, se han alistado en la rebelión zapatista no resulta fácil. El Col.lectiu calcula que una treintena de ONG catalanas centran exclusivamente su tarea en la lucha por imponer la paz en Chiapas, mientras que un centenar de entidades colaboran regularmente con este movimiento. El activismo individual pro-Chiapas tampoco es insignificante. De acuerdo con la versión oficial del Gobierno mexicano, desde 1994 se han desplazado a Chiapas unos 4.500 extranjeros -gran parte de ellos de nacionalidad española- para llevar a cabo acciones humanitarias y velar por el cumplimiento de los derechos humanos en la zona. Las ONG mantienen que la cifra es más elevada y reprochan el rechazo de las autoridades mexicanas hacia los cooperantes extranjeros, a los que consideran "intrusos" y "provocadores". El papel de Internet En la enorme repercusión mundial del conflicto chiapaneco, Internet ha desempeñado un papel decisivo e incuestionable. Gracias a la información que las ONG que trabajan en la zona depositan en la red, las noticias de lo que ocurre en Chiapas llegan a cualquier parte del mundo "casi al instante y sin pasar por el tamiz gubernamental". A través del correo electrónico, el Col.lectiu de Solidaritat amb la Rebel.lió Zapatista mantiene contacto diario con el resto de organizaciones solidarias de todo el mundo, incluidas las que operan en la zona del conflicto. En Cataluña, la red se ha convertido en una herramienta de gran utilidad para las distintas organizaciones no gubernamentales que trabajan por Chiapas porque no existe una federación que las agrupe, y facilita así su coordinación. En la práctica, es el Col.lectiu de Solidaritat amb la Rebel.lió Zapatista la entidad que toma las riendas del movimiento en Cataluña. Además de recoger dinero y ropa para las comunidades más empobrecidas de Chiapas, de convocar debates y conferencias, y de impulsar campañas de recogida de firmas para denunciar la violación de los derechos humanos en el Estado chiapaneco, el Col.lectiu lleva a cabo programas específicos de cooperación en colaboración con las ONG locales. "Es necesario el diálogo y el contacto directo con las organizaciones no gubernamentales de la zona porque de esta forma los programas de ayuda garantizarán el respeto a las costumbres y formas de vida de las comunidades indígenas", indica García. Según explica, las ONG locales se han encontrado con situaciones "grotescas", entre las que destaca un proyecto de una entidad extranjera que proponía "implantar un costoso sistema para aprovechar la energía solar en una zona donde la población se está muriendo de hambre". El Col.lectiu mantiene una relación especialmente estrecha con las ONG chiapanecas Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas y Enlace Civil. Estas dos organizaciones, entre otras, reciben a los voluntarios que se desplazan a la zona dispuestos a ofrecer su ayuda o a ejercer tareas humanitarias. Es el caso de la barcelonesa Marta Sánchez, una de las cuatro personas de nacionalidad española que fueron detenidas y expulsadas por las autoridades mexicanas el pasado 11 de abril por participar en un acto de fundación de un municipio autónomo no reconocido por el Gobierno de aquel país. Movida por un "espíritu de solidaridad con los países más oprimidos que luchan por su libertad", Marta Sánchez, de 26 años, llegó hace cuatro meses a Chiapas procedente de Nicaragua. Se puso en contacto con Alianza Cívica y empezó enseguida a trabajar en San Cristóbal de las Casas, en un campamento para niños afectados por las crueles matanzas de campesinos de Acteal. La joven, que prefiere no vincularse a ninguna ONG e "ir por libre", conoció en la comunidad de Taniperla a los tres españoles expulsados el mismo día de su detención. "Centenares de policías irrumpieron violentamente en el lugar donde se celebraba la fundación del municipio autónomo, destruyeron y quemaron todo lo que pudieron. A nosotros, nos golpearon, nos cachearon y se llevaron las cámaras fotográficas, luego nos arrastraron hasta el interior de un vehículo", recuerda. La contundencia con la que actuaron los militares tiene, en opinión de la mujer barcelonesa, una incuestionable explicación: "No quieren testigos de lo que sucede en Chiapas". La Comisión Civil Internacional de Observación de los Derechos Humanos (CCIODH), de la que es miembro Iñaki García, ha reclamado que se garantice "la presencia en Chiapas de organismos de carácter internacional", así como el reconocimiento de un estatuto de observador. La entidad también solicita la presencia de la Cruz Roja "como medio de garantía de la asistencia humanitaria a las comunidades". Militarización e impunidad Estas peticiones se incluyen en el informe que ha elaborado la CCIODH -integrada por 210 personas de distintos países y avalada por más de 500 firmas de personalidades de todo el mundo- como fruto de una estancia en la zona de algunos de sus miembros durante la cual se entrevistaron con todas las partes en conflicto y con las organizaciones que interactúan en la zona. Los autores del trabajo constatan, en sus conclusiones, "el gravísimo deterioro de los derechos humanos en Chiapas, la intensa militarización de la zona, la impunidad con la que actúan los soldados contra las comunidades indígenas y el hostigamiento que padecen los líderes de los pueblos y dirigentes de las bases zapatistas".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_