Pujol afirma que los ciudadanos ya han asumido la necesidad de reformar el Estado de bienestar
El Estado de bienestar, que proporciona pensiones, sanidad y enseñanza públicas, debe mantenerse porque es una característica de la sociedad europea, pero necesita reformas que nadie se atreve a afrontar. Así se manifestó ayer el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol. "La gente tiene miedo porque sabe que algunas cosas deben cambiar", aseguró, al tiempo que defendió la bondad de las rebajas de impuestos a las empresas porque eso genera más inversiones. Pujol, que participaba en unas jornadas económicas, no quiso hablar sobre la vida política española.
El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, participó ayer en las jornadas sobre la Unión Europea que organiza anualmente en Peralada el Patronato Catalán Pro Europa. Pujol no concretó cómo afrontar las reformas del Estado de bienestar, pero citó como necesarias la reforma laboral, el control de los gastos sanitarios y el de los costes de la enseñanza. Ante un centenar de asistentes a las jornadas, Pujol se preguntó si es lógico que familias con rentas altas paguen sólo el 16% del coste de la Universidad para sus hijos y propuso "un gran diálogo entre grupos e intereses para llegar a un contrato o consenso social". A diferencia del año pasado, cuando advirtió en este mismo foro que su apoyo al PP se extendería sólo hasta el examen para entrar en el euro, Pujol no habló de política nacional. Su intervención se centró en lo que considera reformas necesarias del Estado de bienestar. Aunque no es la primera vez que el presidente hace este tipo de reflexiones en voz alta, ayer admitió que las elecciones suelen condicionar en todos los países la toma de decisiones para hacer reformas a fondo. El presidente catalán manifestó que hoy existen pocas características comunes con los años cuarenta y cincuenta, cuando nació el Estado de bienestar. "No había penicilina, la gente vivía menos y se empezaba a generalizar el uso de electrocardiogramas, pero entonces no había paro y hoy sí, y eso requiere repensar las cosas". Pujol aseguró que desde el punto de vista económico se está "mejor que nunca". Pujol, que suele poner a Holanda como ejemplo que se debe seguir, dedicó ayer parte de su discurso a resaltar el crecimiento y la mejora de vida que ha tenido Irlanda en los últimos 20 años, un país cuya economía crece al 10% y cuya renta per cápita ha pasado del 75-80% de la media comunitaria al 108%, según dijo Pujol. El presidente catalán abogó por seguir reduciendo el déficit público y añadió que el recorte no puede seguir haciéndose a base de rebajar más la inversión en infraestructuras. Pujol se mostró partidario de una política de exenciones fiscales a las empresas que invierten. "Hay estudios que demuestran que según qué exenciones se dan, aumentan las inversiones". Pujol señaló que las empresas alemanas han invertido el "circulo vicioso" de producción, exportación y reinversión en el mismo país y en cambio invierten cada vez más en el exterior porque " la política fiscal no es buena para la inversión". Recordó el presidente autonómico que multinacionales alemanas como Siemens, Mercedes-Benz y BMW están invirtiendo fuera de Alemania debido en gran parte a las mejores condiciones fiscales que se dan fuera del país. La marcha del euro En las jornadas participaron también lord Simon of Highbury, ministro de Estado de Comercio e Industria del reino Unido; Artur Mas, consejero de Economía de la Generalitat;Carlos Ferrer Salat, presidente del Consejo Superior de Cámaras de Comercio; Pedro Solbes, ex ministro de Economía con el PSOE; José Luis Leal, presidente de la Patronal Bancaria AEB; Pedro Fontana, presidente de Banca Catalana y del Círculo de Economía, y Giovanni Ravasio, director general de Asuntos Económicos y Financieros de la Comisión Europea. Este último no se atrevió a pronosticar si el euro será una moneda fuerte o débil, aunque aseguró que será estable, como lo ha sido durante 40 años el marco alemán. Sobre este punto, el presidente de Banca Catalana y del Círculo de Economía señaló que algunos expertos apuntan que el euro será una moneda que se revaluará a partir del año 2002 hasta alcanzar un valor de 1,5 dólares frente a 1,12 en la actualidad. El presidente de la Patronal Bancaria AEB aseguró que los bancos no cobrarán comisiones por cambiar las cuentas de pesetas a euros ni por el canje final de todas las monedas nacionales a euros una vez dejen existir sustituidas por el euro.
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