Trabajo para la comunidad

Durante el pasado año cuatro de las 29 causas por violencia callejera abiertas por los tribunales han finalizado con sentencias en las que los vándalos han purgado sus delitos con penas de trabajo en favor de la comunidad. Algunos jueces y magistrados de la Audiencia Nacional y del Tribunal Supremo han valorado positivamente este tipo de desenlaces judiciales. No es la primera vez que en Euskadi se ensayan este tipo de penas. Un juzgado de San Sebastián condenó en 1996 a 36 horas de servicio en favor de la comunidad a un menor acusado de quemar un coche de un agente de la Ertzaintza. El condenado, como los cuatro penados correspondientes a 1997, han cumplido las penas los fines de semana y en un plazo no superior a cinco meses. El Departamento de Justicia, que dirige Francisco Egea, ha apostado por este tipo de resoluciones judiciales para los menores y en aquellos casos en los que no haya un riesgo real de víctimas. Justicia defiende desde hace años que la Audiencia Nacional sólo debe inmiscuirse en estos delitos cuando se genere una gran alarma social o los participantes en las algaradas o ataques de violencia callejera sirvan a los intereses o fines de ETA. Estos servicios a la comunidad pretenden hacer ver que "el que la hace la paga" y evitar tratar a los menores como aprendices de terroristas.