Mendiluce: "Yo no juego a ser el candidato crítico frente al "aparato"

Su nombre está siendo barajado como posible candidato del PSOE a la alcaldía de Madrid pese a que el aparato se había decantado ya por Joaquín Leguina. Él, sin embargo, se niega a entrar en un planteamiento de confrontación. José María Mendiluce, 47 años, eurodiputado independiente en las listas del PSOE y vicepresidente de la Comisión de Asuntos Exteriores, Seguridad y Política de Defensa del Parlamento Europeo, no está dispuesto a presentarse a unas primarias que sirvan para "un ajuste de cuentas entre familias" .

"Yo no juego ser el crítico frente al aparato", asegura Mendiluce en una entrevista a este periódico. Su intención es ayudar en lo que pueda al candidato socialista a la presidencia del Gobierno, José Borrell. El camino que emprende Mendiluce, donostiarra nacido en el barrio madrileño de Chamberí, puede pasar por su presentación como candidato a la alcaldía de Madrid, tal y como le gustaría a Borrell, si los distintos sectores se ponen de acuerdo. De momento lo tiene complicado. Él, en cualquier caso, envía un nítido mensaje: No tiene intención de competir en unas primarias que se celebren en clave interna y para ajuste de cuentas. Después de cuatro años en el Parlamento Europeo, vuelve a la política nacional de la mano de José Borrell."Están pasando muchas cosas y el éxito de Borrell demuestra que hay hambre de política y de participación ciudadana. Hasta hace poco la política estaba confinada en los partidos, y yo defiendo que ese marco no debe ser exclusivo. Los 174 debates en los que he participado en un año, que han sumado auditorios de casi 200.000 personas, demuestran que hay interés por la política, pero no sólo por los Presupuestos y por las cifras. Hay ecología, paz, justicia, solidaridad, movimientos asociativos...".

Borrell, en su opinión, ha aparecido con un discurso "diferente" y por eso ha ganado contra pronóstico las primarias del PSOE. "Yo conecto con lo que él dice, y además por amistad quiero contribuir a que llegue a La Moncloa, pero debe saber que para conseguirlo no es suficiente el apoyo de un partido", advierte.

Pregunta. Es evidente que no le gustan los modos de actuar de los partidos.

Respuesta. Hay un abismo entre la estructura de los partidos y su forma de actuar y la sociedad. El otro día leí un artículo en EL PAÍS en el que se simplificaba diciendo que con Cristina Almeida se conecta con las mujeres y conmigo con las ONG, y ya está. Eso es no entender nada.

P. ¿Le molesta que su nombre se apostille con "el de las ONG"?

R. Yo no he estado nunca en una ONG, e incluso me lo reprochan, porque siempre trabajé, si quiere, en la élite de la cooperación: Naciones Unidas. ¿Si la solidaridad es sólo de las ONG, para qué queda la política si no se ocupa de las mujeres, de los desfavorecidos, de los gays, de los gitanos, del desastre de Doñana. Acaso todo esto no es política?

P. A usted, entonces, los postulados clásicos de la izquierda le parecen ya obsoletos.

R. Desde luego, nada tiene que hacer la izquierda conservadora ni la derecha conservadora. La barrera tiene que estar entre progresistas y conservadores, y también me parece un insulto para el tan buscado espacio de centro que se diga que a esas amplias capas sociales sólo les interesa su bolsillo. Hay ética y valores.

P. ¿Usted se sometería a unas primarias?

R. Sí pero en clave externa, no para ser utilizado contra otros, no para peleas, para saldar cuentas ajenas, no para ser el representante de los críticos frente al sector oficial. Yo, si me presentan contra alguien, entonces no.

P.El llamado sector oficial apoya a Joaquín Leguina y, por tanto, usted sería el representante de borrellistas, guerristas e Izquierda Socialista, si es que llegaran a aceptarle.

R. Insisto en que yo no me enfrento contra nadie por cuestiones internas. Sí me puedo plantear unas primarias con Joaquín Leguina, porque me parece que podría provocar un debate interesante; pero peleas, no. A Mendiluce le cuesta entender que todavía no haya un acuerdo en el PSOE para presentar un candidato contra el actual alcalde, Álvarez del Manzano (PP). "Es urgente empezar a denunciar que puede hacerse otra política en Madrid. No es igual la Barcelona de Pascual Maragall que el Madrid de Álvarez del Manzano. En Barcelona se hizo una política que cimentó el civismo, la solidaridad, el dinamismo, la cultura. Eso no son palabras".