Cascos planta a diputados del PP en una reunión sobre el tren a Valladolid

El vicepresidente primero del Gobierno, Francisco Álvarez Cascos, reprendió el miércoles en el Congreso a un amplio grupo de diputados nacionales del PP de las provincias de Castilla y León y luego se marchó de la reunión que tenían convocada todos juntos con el ministro de Fomento, Rafael Arias-Salgado, para acercar posturas sobre el proyecto de tren veloz de Madrid a Valladolid. Cascos les reprochó haber filtrado la noticia de que pensaban reunirse, algo que él quería guardar en secreto; les ordenó silencio al respecto y concluyó que su presencia mediadora ya no tenía sentido.

Los diputados, tras el portazo de Álvarez Cascos, ratificaron a Arias-Salgado que su última propuesta no les convence, como tampoco a la Junta de Castilla y León, presidida por Juan José Lucas, del PP.La cita no era secreta. Sucedió en el Congreso, al atardecer del miércoles y con pleno. De hecho, estaban convocados junto a Cascos y Arias-Salgado los 22 diputados del PP de las distintas provincias castellano-leonesas. Los parlamentarios habían reclamado la intervención de Cascos para que intercediese a su favor en el contencioso que sobre este ambicioso proyecto tienen con el Ministerio de Fomento.

La posición de estos parlamentarios es prácticamente uniforme, con una excepción:Luis Ortiz, con acta por Zamora, quien, por amistad con Arias-Salgado, reclamó a sus compañeros más comprensión hacia las tesis oficiales.

Estos diputados rechazan que Fomento equipare en posibilidades de realización los dos proyectos en marcha para el tren veloz a Valladolid. El Ministerio, tras diversos problemas con la Comunidad de Madrid, también gobernada por el PP y que ya boicoteó un trazado por el valle del Lozoya, ofrece dos opciones: construir un macrotúnel de 30 kilómetros bajo la sierra de Guadarrama o aprovechar el corredor existente por Villalba.

La Junta y los diputados del PP castellano-leoneses no quieren ni oír hablar de esta última. La comprensión que Fomento ha demostrado hacia la Comunidad de Madrid, replanteándose el trayecto por Lozoya, ha agudizado su vigilancia. Quieren que el proyecto se ejecute cuanto antes, pero de la manera que resulte más beneficiosa para su comunidad. Es decir, exigen que se recorte el tiempo de viaje entre Madrid y Valladolid a una hora de duración. En la actualidad, es casi el doble. Para lograr ese objetivo el trazado debería ser el más corto. Fomento prevé, para cumplir ese compromiso, el gran túnel, pero esa alternativa podría ser tan cara como para resultar inviable.

Por si esas obras superan el techo de los 260.000 millones de pesetas de inversión, el Ministerio elabora otro proyecto sobre la base del recorrido ahora en servicio por Villalba. Esta vía supondría que el desplazamiento nunca se haría en menos de una hora y veinte minutos. La Junta y los diputados no lo aceptan y dicen que si hay dinero para el AVE a Barcelona debe encontrarse también para Valladolid.