El Partido Popular atribuye el conflicto entre el Kursaal y Kutxa a una "decisión política"
La Diputación de Guipúzcoa se sumó ayer al desconcierto y "extrañeza" generalizados que ha causado la sorpresiva decisión de los rectores de Kutxa de rebajar de 775 millones de pesetas a 500 millones su oferta de compra de la sala de exposiciones del Kursaal. El portavoz del gobierno foral, Luis María Bandrés, quien también es consejero en representación de la Diputación en la sociedad del Kursaal, indicó ayer que la decisión de la caja de ahorros es "una sorpresa". "Ya no entiendo nada", añadió. Por contra, María San Gil, portavoz del PP en el Ayuntamiento de San Sebastián, aseguró que en el trasfondo del conflicto late una "decisión política". Bandrés explicó durante una reunión con periodistas que no hay pronunciamiento "oficial" de la Diputación sobre el nuevo conflicto que está asolando la imagen del proyecto del Kursaal, si bien no eludió expresar su "extrañeza" por la súbita decisión de la caja de ahorros. "En su día, ya se planteó en el consejo de la sociedad Kursaal que se tocaran otras puertas, aunque lo más deseable es alcanzar un acuerdo con la Kutxa, pero si ésta te da calabazas..." Entre los grupos políticos del Ayuntamiento donostiarra planea el mismo desconcierto: "La Kutxa argumenta su decisión en que el consejo del Kursaal ha rechazado su oferta de compra de la sala por 775 millones, lo cual no es cierto, puesto que la decisión se va a adoptar el 5 de junio. Entenderíamos que nos dijeran que no les interesa la sala de exposiciones, -a la que de paso han puesto toda clase de reparos- y que renunciaran. Sin embargo, no es así, puesto que ahora presenta una oferta de 500 millones", comentó lacónico un miembro del gobierno municipal. Kutxa justifica la rebaja a 500 millones porque "cualquier otra cifra barajada en base a las negociaciones mantenidas hasta el momento lo fue en el espíritu de la propia negociación y de las posibilidades de acuerdo". Por el contrario, la gerencia del Kursaal sostiene que las negociaciones en ningún caso puede darse por rotas, puesto que el Consejo de Administración "en ningún momento" ha rechazado la oferta de 775 millones. "Lloriqueos del tripartito" En el Partido Popular lo tienen más claro. Su portavoz municipal, María San Gil, fue taxativa ayer al recordar que "los consejeros de la Kutxa son los que nombra el tripartito; ya basta de lloriquear. No es lógico que en el Ayuntamiento PNV, EA y PSE culpen a la entidad bancaria, cuando esos mismos partidos son los que controlan la Kutxa. En todo este asunto y en todo momento estamos hablando de una decisión política". Las diferencias de criterio en el seno del tripartito ya se reflejaron también respecto al papel que debía jugar la Diputación, que forma la sociedad del Kursaal con el Ayuntamiento, en la cobertura de los 1.800 millones que faltan para cerrar la financiación del proyecto. Así, el portavoz municipal del PNV, Martín Elizasu, que lleva las riendas del proyecto como consejero delegado del Kursaal, apenas encuentra eco entre los representantes de su partido en la Diputación. Sus iniciativas para que el Kursaal sea un "proyecto ilusionante" como declaran todos los partidos no tienen luego un correlato de respaldo en la realidad. Por el contrario, la falta de apoyo político deja a Elizasu en tal soledad que ha llegado a sopesar la conveniencia de presentar la dimisión. El Consejo de Administración del Kursaal se volverá a reunir el próximo 5 de junio y previsiblemente dará el visto bueno a la propuesta de venta de la sala de exposiciones a Kutxa, siempre y cuando esta mantenga "su oferta no rechazada de 775 millones de pesetas". Lo que algunos consejeros descartan de modo categórico es que la venta se produzca por 500 millones. Si la entidad de ahorro mantiene que esta cantidad es "firme y definitiva", la sociedad del Kursaal estudiará otras fórmulas de gestión de la sala de exposiciones. Los ingresos no realizados podrían obtenerse del alquiler de las 500 plazas de garaje que se han construido bajo en Kursaal.
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