Fiducias, cartas, pérdidas y facturas

Arturo Romaní presentó ayer una operación de fiducia como uno de los aciertos de su gestión: la operación Swoboda. Ésta ha provocado una pérdida en 1993 de 10,901 millones.El 27 de febrero de 1992, Banesto acudió a la sociedad suiza Fidinam Fiduciaire -prestó testaferros para la trama suiza- alguna sociedad para actuar como tapadera en la compra de un 20% de Asturiana del Zinc. Curragh Resources se marchaba a toda prisa de dicha compañía por incumplimientos de Banesto. La sociedad fue Swoboda. El dinero fue prestado por Bank of America, quien suscribió contratos de opción de compra y venta con la Corporación. En la operación hubo una factura por 300 millones de pesetas del bufete Asesores en Derecho, de Mariano Gómez de Liaño. Esquema parecido fue utilizado, con intervención de Romaní, Bank of America y Gómez de Liaño en la venta de Isolux, en 1993.

Ayer, el letrado Luis Muñiz invocó una carta de Romaní a Arthur Andersen del 15 de abril de 1993, en la que no se informaba de los compromisos asumidos por la Corporación en la citada operación (ver reproducción). Por su parte, José Rofes, abogado de Romaní, preguntó a su cliente por la posición de Banesto en el interbancario. Esto sí que se lo sabía Romaní.