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Sin referencias

La Bolsa española trabajó ayer sin referencias, puesto que era jornada festiva en las dos grandes plazas financieras occidentales, Londres y Nueva York. Aún así, los intermediarios supieron sacarle a la sesión todo el jugo a base de mover las carteras de valores, en este caso llamadas cestas por referirse casi en exclusiva a determinados valores del Ibex 35. La contratación resultó aceptable —casi 142.000 millones de pesetas—, para una jornada en la que el dinero de los inversores extranjeros estuvo ausente y puso de manifiesto la potencia del mercado de productos derivados, en este caso, su capacidad de arrastre sobre el mercado de contado.

La inversión particular picoteó con algunos temores y al cierre de la sesión realizaba beneficios aprovechando la buena disposición de los gestores de carteras, cuyo objetivo parecía ser la recuperación del nivel de los 10.400 puntos, perdido hace más de un mes. Al final, de una sesión que debía ser intrascendente se consiguió un buen resultado, siendo ésta la octava vez de este ejercicio que la Bolsa consigue una subida superior al 2%.

La concentración de la contratación en los grandes valores confirma que es el mercado de derivados el que está detrás de estos avances, al igual que el nivel del precio de cierre de los contratos de futuros de junio, que quedó 30 puntos por encima del precio de contado. También las operaciones del mercado de futuros están concentrándose en el próximo vencimiento, con 66.632 contratos abiertos, frente a 363 contratos para el vencimiento de julio y sólo 10 para agosto.

El conjunto de las bolsas europeas disfrutó de una sesión positiva, aunque no en los mismos términos que la española. Tan sólo Milán se acercó en los minutos finales al 2%, mientras que París y Francfort quedaban más cerca del 1%. La ausencia de Londres y Nueva York permite cierta libertad de movimientos, pero teniendo en cuenta los bandazos que ha dado la Bolsa de Nueva York en los últimos días, los inversores prefieren no asumir demasiados riesgos, y sólo por ello los particulares vendieron al final del día una buena parte de sus compras.

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