¿Privatizar o gestionar mejor?

He visitado este año, por razones profesionales, la Feria de Hannover (del 20 al 25 de abril). En un largo pasillo de servicios (bancos, turismo, fotografía) ubicado a la salida de las oficinas de prensa está también la oficina de correos. El hecho en sí es normal en las ferias del centro de Europa, pero éste en particular me hizo reflexionar sobre un servicio público que en nuestro país está en vías de privatización y el servicio público allí ofrecido: «el correo».La Feria de Hannover es la mayor del mundo: 7.500 expositores, distribuidos en 450.000 metros cuadrados netos de exposición y más de 300.000 visitantes internacionales, dan una idea sólo virtual de su magnitud a quien no la ha visto nunca. Esas cifras de visitantes generan acopio de información, catálogos, folletos y todo tipo de muestras que a la hora del regreso significan muchos kilos adicionales, incomodidad en su manipulado y, por supuesto, tasas extras de carga aérea.

Alguien, con el conocimiento suficiente del problema, encontró en el correo público alemán la solución del mismo. En las oficinas del correo de la feria se ofrecía a visitantes, expositores, prensa, etcétera, un servicio completo para el envío de esa pesada pero últil documentación. Allí había bolsas plásticas, cajas normalizadas, todo tipo de elementos auxiliares de cierre: cintas, hilo, etiquetas y hasta una balanza pública debidamente indicada con pesos, destinos y el franqueo a pagar en cada caso. Todo señalado con coste para facilitar el servicio. A ello se agregaba la venta de tarjetas postales y sellos de colección.

Digamos que mejor servicio y atención es casi imposible de ofrecer. Reitero que es un servicio público que, claro está, funciona tan bien o mejor que uno privado porque alguien pensó, organizó, proveyó de medios y personal y ordenó ejecutar y gestionar un servicio público con criterio empresarial. Hacia ese criterio empresarial se debe enfocar el tan denostado servicio público de Correos de nuestro país.-