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Asunción espera que las primarias "no se conviertan en unas secundarias congresuales". Asunción cree "difícil" que le confundan con Romero pero asegura todo su apoyo al secretario general

Antoni Asunción, ex ministro de Interior, anunció ayer formalmente en la sede del PSPV su candidatura a las elecciones primarias en el seno del partido para designar al próximo aspirante socialista a la presidencia de la Generalitat en 1999. Asunción insistió en desvincular las elecciones primarias de las tensiones producidas por el ajustado triunfo de Joan Romero en el último congreso de los socialistas valencianos y expresó su esperanza de que los procesos internos de selección de candidatos "no se conviertan en unas secundarias congresuales".

Asunción es el tercer aspirante socialista a la candidatura para presidente de la Generalitat que anuncia su intención de someterse al refrendo de la militancia. Le precedieron, el viernes, Martín Sevilla en Alicante y Ernest Fenollosa en Castellón. El plazo para optar a las primarias se cierra mañana. Joan Romero, secretario general del PSPV, también ha expresado su voluntad de acudir a las primarias. Asunción, siempre en valenciano, destacó la importancia de las primarias para dinamizar la vida interna del partido y ofreció su larga trayectoria en diversos estamentos de la vida pública -"desde concejal en mi pueblo hasta ser ministro"- como aval de su "experiencia, bagaje y conocimiento de la Administración". En plena campaña de lanzamiento, Asunción afirmó que en todos los cargos que ha ocupado ha sabido dar "muestras de eficacia probada". El ex ministro de Interior fue uno los impulsores del Movimiento para el Cambio que aupó a Romero a la secretaría general del PSPV, en julio pasado, por apenas tres votos de diferencia sobre la opción rival. Ayer afirmó: "No somos un subgrupo ni una secta dentro del partido" y aseguró que hará todo lo posible para "evitar tensionar la organización". Muy seguro en su discurso, Asunción insistió en aliviar al proceso de primarias de cualquier lastre derivado del pasado congreso de los socialistas valencianos. "Los que consideren que pueden aportar algo, que se presenten", dijo, "pero nunca como bloques salidos del último congreso". El aspirante señaló que será respetuoso con todos sus rivales, pero reiteró la necesidad de acudir al proceso "desprovistos de etiquetas, familias o intereses internos" para que el candidato elegido tenga el apoyo unánime de toda la organización y pueda afrontar con garantías las próximas elecciones autonómicas. Como gesto para evitar problemas internos, Asunción explicó que sólo recabará las firmas necesarias para hacer oficial su candidatura entre los miembros del comité nacional si no se producen situaciones incómodas. Pero si tropieza con algún problema acudirá directamente a la militancia para evitar roces. Asunción se presentó solo, pero acudió a la sede socialista arropado por el ex consejero de Economía y Hacienda Antoni Birlanga y el alcalde de Torrent, Jesús Ros.Los aspirantes a la candidatura socialista son cuatro, de momento, pero Asunción dejó entrever, aunque de forma muy escueta, que sólo considera rival a Romero, "Somos muy diferentes y es difícil que nos confundan", dijo respecto al secretario general del PSPV, "nuestros mensajes de salida son muy diferentes". Sin embargo, reiteró que la rivalidad por encabezar la lista electoral no supone "colisión ni contradicción", afirmó que siempre ha apoyado a Romero y comentó que, con independencia del resultado del proceso interno, será fiel al secretario general. Entre buenas maneras y declaraciones diplomáticas, Asunción sólo criticó de su rival la acumulación de cargos. "No es buena", dijo en alusión a Romero, lo más positivo es "sumar fuerzas y no acumular". Asunción no tuvo ningún empacho en comentar experiencias pasadas al frente del Ministerio del Interior, que abandonó después de cinco meses en el cargo cuando Luis Roldán, ex máximo responsable de la Guardia Civil, se fugó de España. Asunción negó cualquier responsabilidad del ministerio en relación a la fuga de Roldán y explicó que dimitió como "gesto de solidaridad" hacia su partido y el Gobierno del que formaba parte. El aspirante desmintió a Felipe González y dijo que el juicio por el secuestro de Segundo Marey no tiene carácter político, aunque concedió que se puede politizar. Eludió adelantar conclusiones respecto al caso y sólo señaló que si la antigua cúpula del Ministerio del Interior resulta implicada sus responsables "pagarán" su delito. Después de reiterar la necesidad de que las primarias deriven en una mayor "cohesión" del partido, el aspirante denunció la forma de proceder del Consell que preside Eduardo Zaplana: "Me presento con ilusión porque puedo contribuir a ganar a la derecha y devolver a la Comunidad Valenciana la ilusión de un Consell que quiere gobernar y no se comporta de forma frívola como el actual, que presta más atención a los contratos de Julio Iglesias o de Claudia Schiffer que a un control epidemiológico para evitar la hepatitis".

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