Borrell se enfrenta a Almunia y apuesta por primarias en Madrid

No ha sido posible el acuerdo. El PSOE madrileño dirimirá definitivamente mañana en las urnas su guerra interna. De un lado, quienes apoyan la decisión del aparato de que Cristina Almeida, presidenta de Nueva Izquierda, encabece la candidatura a la presidencia de la Comunidad. De otro, quienes exigen que primero se celebren elecciones primarias y luego se negocie con NI. José Borrell, candidato a la presidencia del Gobierno, ha acabado por alinearse con estos últimos, en claro desacuerdo con el secretario general, Joaquín Almunia.

El secretario general del PSOE, Joaquín Almunia, fue contundente ayer en su defensa de Cristina Almeida frente a quienes exigen una marcha atrás en la negociación con Nueva Izquierda y la consiguiente celebración de elecciones primarias en Madrid. La reunión que mantuvo con los críticos en la sede del PSOE no sirvió sino para reafirmar que el pleito se resolverá mañana en las urnas. El Comité Regional de la Federación Socialista Madrileña tiene, pues, la última palabra. La sorpresa vino de José Borrell. Aunque el candidato a la presidencia del Gobierno proponía inicialmente que el conflicto lo resolvieran los órganos competentes del partido (Comité Regional y Comité Federal), acabó apostando por el mismo planteamiento que los críticos, guerristas en su mayoría. Primero primarias, y luego, los pactos con otras fuerzas políticas. La reunión casi en sigilo entre Almunia y el sector crítico tuvo como testigo al secretario general del FSM, Jaime Lissavetzky, quien da por seguro que su propuesta, el respaldo a Almeida, obtendrá mañana la mayoría de los votos de los 624 miembros del Comité Regional. Para Borrell, que terció en el conflicto, una vez celebradas las primarias, la negociación con Nueva Izquierda debería adjudicar a este partido una cabecera de lista electoral en Madrid, bien la de la Comunidad o la del Ayuntamiento.