El cemento gana la batalla
Vicálvaro levantará pisos sobre una histórica fuente rehabilitada por los chavales del barrio
La llamaban operación fuente vieja, pero ha acabado convirtiéndose en operación cemento nuevo. Un grupo de chavales de octavo de EGB del colegio público Minerva e integrantes de la asociación vecinal de Vicálvaro Vicus Albus han empleado cuatro años en recuperar una deteriorada fuente de piedra de cinco siglos de antigüedad ubicada a las afueras del barrio.Pero ahora que los caños vuelven a lucir limpios y que el pilón ha recuperado su viejo perímetro, el Ayuntamiento ha realizado una modificación del Plan General de Urbanismo. El nuevo planeamiento diseña un equipamiento municipal, rodeado de 5.000 viviendas, justo sobre el manantial recuperado por los estudiantes. Valentín González, presidente de Vicus Albus, comentó ayer: "¡Pues vaya enseñanza que les hemos dado a los chavales! Algo así como: recupera tu patrimonio cultural, que luego vendrá la Administración y construirá allí unos pisos".
La fuente de San Pedro aparece mencionada en las Relaciones que Felipe II ordenó escribir para conocer mejor sus reinos. También existen datos sobre este elemento en algunos documentos fechados en los siglos XVII y XVIII. Tuvo dos usos principales: abrevadero para ganado y lavadero y manantial para la población. Un viaje de agua (antiguo sistema de canalizaciones), con varios kilómetros de longitud, la abastecía.
A finales de los años cincuenta de este siglo, el Canal de IsabelII levantó las primeras fuentes públicas en Vicálvaro. Poco a poco, con la llegada del agua corriente a las viviendas, el manantial de San Pedro fue abandonado. En los años sesenta, el Ayuntamiento dejó de preocuparse por su mantenimiento. Los escombros y la tierra lo ocultaron.
En 1994, la asociación de vecinos propuso a la dirección del colegio público Minerva que los estudiantes empleasen su tiempo libre en recuperar la fuente. El departamento municipal de Limpieza ayudó en las labores de desescombro. Se sacaron cinco camiones de tierra. Un año después, el agua volvió a manar. En 1997 se levantó una pared para protegerla y se enfoscó su estructura.
Pero el reciente Plan General de Madrid proyecta urbanizar la finca donde se levanta este elemento. "Si por lo menos dejasen un huequecito para la fuente, nos daríamos por satisfechos", dice Valentín González. "No creo que sea tan difícil pintar un pequeño jardín o un parque en una zona tan amplia. Se lo hemos pedido a los propietarios de los terrenos [la cementera Valderrivas] y al Ayuntamiento, pero nadie nos responde".
Este periódico ha intentado en los dos últimos días, sin éxito, conocer la versión de la concejal del distrito, Carmen Torralba.
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