Prórroga

La Reserva Federal de Estados Unidos no subió sus tipos de interés, tal y como esperaban los inversores en los minutos previos a la reunión, con lo que ha comenzado la cuenta atrás para la próxima convocatoria y con los mismos actores. El crecimiento económico es fuerte y la posibilidad de que genere inflación es alta, con lo que los mercados no han hecho más que trasladar las fechas, las tensiones y la incertidumbre, pero ayer todo el mundo respiraba tranquilo y los avances superaron el 1% en la mayoría de las bolsas europeas.

Una de las reacciones más espectaculares se produjo en el mercado de deuda. Las rentabilidades reflejaban la desaparición de las tensiones inmediatas. La deuda española a 10 años bajó su rentabilidad hasta el 5,11% desde el 5,16% anterior, al desmontarse algunas posiciones especulativas, aunque al cierre hubo un reajuste y la rentabilidad era del 5,13%. El diferencial con Alemania subió hasta 0,20 puntos, un nivel que no se tocaba desde hacía más de dos meses, debido a que la caída en la rentabilidad de la deuda alemana fue mucho más pronunciada.

El signo más claro de la tranquilidad que se respiraba en el mercado continuo estuvo en la contratación, con más de 170.000 millones de pesetas negociados por primera vez en este mes. Wall Street abrió con una subida de 60 puntos. Después de algunos altibajos, se impusieron con claridad las órdenes de compra y el índice Dow Jones cerró con una fuerte subida, 116, 83 puntos (1, 29%), para quedar en 9.171, 48.

Las bolsas europeas habían efectuado un movimiento de repliegue y una buena parte de las ganancias del día se esfumaba con la misma velocidad con que se había generado. En el mercado de divisas se producía un pequeño retroceso del dólar, también como consecuencia de las retiradas de las posiciones especulativas que apostaban por un ajuste al alza de los tipos de interés en EE UU, y la divisa estadounidense cotizaba a 150, 36 pesetas a la hora de cerrar los mercados españoles.