El Ayuntamiento de Valencia ha triplicado su deuda con la Diputación desde que gobierna Tarancón

La deuda del Ayuntamiento de Valencia con la Diputación se ha triplicado desde que gobierna el popular Manuel Tarancón. En diciembre de 1995, la cantidad adeudada por Valencia era de 218 millones, mientras que el pasado 25 de abril la cifra alcanzaba ya los 685 millones. Desde el PSPV, el diputado José Martínez relaciona la "permisividad" de Tarancón con su condición de concejal del PP en el Ayuntamiento de Valencia. "Rita Barberá [alcaldesa de la capital] apenas le ha pagado a la Diputación durante estos tres años", reprocha Martínez. En cambio, Barberá viene cumpliendo en los últimos meses sus obligaciones con el Consell Metropolità de L"Horta, mucho más inflexible que la Diputación: el ente metropolitano advirtió a todos los ayuntamientos de L"Horta, Valencia incluida, que no recogería su basura si no le pagaban. De los 685 millones que debe Valencia, 505 corresponden al recargo del IAE (Impuesto sobre Actividades Económicas) y los 180 restantes a anuncios publicados en el Boletín Oficial de la Provincia. El diputado de Hacienda del PP, José Díez, reconoció el pasado mes que la Diputación es "la hermana pobre" de las instituciones valencianas. No en vano, acaba de prestarle cerca de 4.000 millones a la Generalitat para las infraestructuras culturales y el gasto de bomberos, además de "permitir", en opinión del PSPV, "que se triplique la deuda de Barberá". La cantidad adeudada por Valencia supone el 45% de la deuda neta de todos los ayuntamientos de la provincia y ha hecho subir la deuda conjunta de los municipios. Cuando Tarancón ocupó la presidencia denunció que las deudas municipales (2.800 millones de pesetas) se debían al "compadreo de los socialistas", recuerda Martínez. Tarancón puso en marcha un convenio para reducir la deuda: los consistorios pedían préstamos y la Diputación pagaba los intereses. Tres años después, la deuda sigue en aumento (2.981 millones) y sólo se han acogido al convenio unos pocos municipios. "Sólo pagan los pueblos pequeños, que se cansarán al ver que los grandes no pagan", advierten los socialistas.