ROBERTO LERTXUNDI P. DE LA SOCIEDAD DE CONTRACEPCIÓN "La mitad de las parejas vascas no utilizan ningún método anticonceptivo"
Expertos en contracepción han mostrado su preocupación en unas jornadas desarrolladas en Vitoria por el hecho de que la mitad de las parejas vascas no utilicen ningún método anticonceptivo de manera habitual. Una de las consecuencias más notables es que uno de cada cuatro embarazos normales no es deseado y desemboca en aborto. "Aunque el porcentaje de embarazos indeseados puede ser aún mayor, al no incluirse a quienes no abortan", destaca el doctor Roberto Lertxundi, presidente de la Sociedad Vasca de Contracepción. "El gran problema de la contracepción es la desinformación. La no utilización de métodos se produce por desidia, por desconocimiento o por voluntad, pero se trata de un porcentaje demasiado elevado", sostiene Lertxundi. El 25% de interrupciones voluntarias del embarazo constatadas "es una cifra enorme y significa una mala contracepción". Los especialistas censuraron los métodos no medicados utilizados por las mujeres en especial, y este sentido destacaron la presentación en las jornadas de un sistema que se comercializará dentro de un mes en las farmacias, denominado Persona y que atiende a los días fértiles de cada mes. "Cada vez debe haber más alternativas para que cada cual encuentre lo que le resulta más adecuado", subraya el facultativo vizcaíno. Vasectomía, el más seguro En cuanto a los diversos métodos existentes, el preservativo y la píldora son los más utilizados en el País Vasco, con un 20% y el 14% respectivamente. El diu con un 5% y las esterilizaciones quirúrgicas -vasectomía y ligadura de trompas- con el 3% son opciones minoritarias. "Estamos por encima del resto de España en el uso de la píldora y el diu como métodos seguros, pero sigue siendo frustrante para el profesional que la mitad no se sirvan de ninguno", resalta Lertxundi. En cuanto a la vasectomía, el presidente de la Sociedad Vasca de Contracepción señala que este método registra de promedio un fallo - traducido en embarazo- por cada 2.000 intervenciones, una vez transcurrido más de un año. "Es importante que los usuarios sepan que la vasectomía es el sistema que menos falla", indica. En cuanto al resto de los métodos, Lertxundi diferencia los que requieren de algún tipo de participación, como es el caso del preservativo, de los que funcionan por sí mismos. La píldora tiene un porcentaje de error teórico del 0,1%. "Eso en el caso de que se tome correctamente, ya que en la práctica puede alcanzar el 3%", apunta, al tiempo que indica que el diu cuenta con un 1,5% de fallos. "En nuestro país tiene que pasar una generación más para que se produzca un uso generalizado de los métodos", dictamina el presidente de la Sociedad Vasca de Contracepción. En las jornada de Vitoria los especialistas también pusieron de relieve que existen dos picos de edad en donde los métodos anticonceptivos tienen más fallos. "Por debajo de los 20 años, en los adolescentes, por desconocimiento de la contracepción y por relaciones no planeadas principalmente. Y después en las mujeres mayores de 35 años, grupo donde el recurso al aborto es mucho más frecuente", asegura Roberto Lertxundi. En la mayor parte de los casos, la interrupción del ambarazo se realiza dentro de los supuestos legales, especialmente el de riesgo para la salud psíquica de la mujer. Las clínicas privadas son los centros sanitarios donde se realizan la mayoría de los abortos legales. "El método ideal no existe", indica Lertxundi, " y ahora se trabaja en la dirección de reducir los efectos secundarios de los existentes y de hacerlos más cçomodos para el usuario". Las píldoras actuales contienen 20 microgramos de estrógeno, "cuando lass primeras que se comercializaron hace 40 años tenían tantas hormonas como las que puede tomar una mujer actual durante cuatro años", subraya el especialista. En los diu se trabaja con estructuras menos rígidas para evitar los dolores, y las técnicas quirúrgicas de las ligaduras de trompas son "cada vez más ligeras y menos desagradables". La píldora masculina se halla aún en fase de experimentación. "El problema", explica Lertxundi, se halla en la producción continua de espermatozoides del hombre, frente a la ovulación periódica de la mujer".
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