IU mantiene su oferta al PSOE a pesar del pacto electoral con Almeida en Madrid
Izquierda Unida está dispuesta a negociar con los socialistas para encontrar "aunque sean coincidencias mínimas" que les permitan establecer acuerdo programáticos para echar a la derecha del Gobierno. Julio Anguita ha reiterado a sus colaboradores que "hay que mantenerse firme en la oferta de diálogo". Ni el anuncio de la elección de Cristina Almeida como candidata del PSOE y de Nueva Izquierda a la presidencia de la Comunidad de Madrid hará cambiar las cosas. Pero algunos dirigentes de IU lo han interpretado como un ataque a la oferta de Anguita.
En los sectores más duros de IU quedan algunas reticencias a la oferta de diálogo que Julio Anguita hizo el pasado martes en el debate del estado de la Nación. Pero son mínimos. Casi opiniones personales, como la Willy Meyer o Manuel Monereo. El resto de la organización está en la idea de que si no hay acuerdo final que no sea por Izquierda Unida, porque si por IU fuera -en estos momentos- con el PSOE, hasta donde haga falta. Todos están dispuestos a negociar, "al precio que sea, con los socialistas". Pero el PSOE hasta ahora sólo ha respondido con el silencio. Ángel Pérez apeló a "la prudencia antes de hablar" e insinuó que "el acuerdo no era la mejor respuesta a la oferta de Anguita".Es verdad que todavía hay dirigentes que recuerdan que los distintos intentos de diálogo -siempre a iniciativa de IU- no han ido más allá de un par de reuniones que el PSOE ha terminado interrumpiendo con las más variadas excusas: la crisis de Nueva Izquierda o la falta de liderazgo de Anguita. Pero lo pasado pasado está. Y en IU están convencidos de que la oferta de diálogo -por generosa que sea- saldrá siempre gratis a IU y sólo al PSOE le obligará a tomar decisiones.
Las descalificaciones de dirigentes socialistas hacia la oferta de unidad que el pasado martes hizo Julio Anguita en el Congreso de los Diputados no han mellado el ánimo en IU. "¿Que no se lo creen? ¿Por qué cuando nosotros hablamos de unidad somos sospechosos de mentir y cuando el PSOE rechaza nuestra oferta nadie pregunta por qué lo hace? No dejaremos que nos coman la moral. Estamos dispuestos a negociar en las condiciones que ellos digan, sobre los temas que digan y hasta donde ellos digan", afirmó ayer Rosa Aguilar, que recordó que su " coordinador general hizo una oferta en éstos o parecidos términos". Ni siquiera la elección de una candidata común entre PSOE y Nueva Izquierda a la Comunidad de Madrid ha conseguido romper los afanes de IU.
¿Qué ha cambiado?
"Cada uno es muy dueño de pactar con quien sea", dijo ayer Anguita. Salvo los exabruptos de Antonio Romero, en IU han optado por una calculada indiferencia. Aunque algunos teman que la difusión del acuerdo entre PSOE y NI busque, en el fondo, ahogar su oferta de diálogo.Pero, ¿qué ha mudado el corazón de Julio Anguita? Anguita todavía se debate en sus propias dudas, pero "ha llegado al convencimiento de que lo prioritario es expulsar a la derecha del poder" y para ello hay que contar con otros que tienen lo que IU no tiene: "la fuerza de los votos", recordó un dirigente de IU. "Anguita habrá hecho de tripas corazón, pero ha tendido su mano", añaden estas fuentes. "Aunque al final serán los socialistas quienes rompan la unidad de acción".
Puestos en lo peor, en Izquierda Unida no hay problemas -y sí muchas coincidencias- si se trata de buscar fórmulas de acuerdo. Máxime si, además, se cuenta con que los 11 puntos que Anguita ofreció a los socialistas son, en realidad, una trampa saducea para demostrar que son "difícilmente rechazables por cualquier organización de izquierdas. ¿Quién va a negarse a regenerar la vida democrática, a elaborar planes de empleo o a garantizar la protección de los parados?, argumentan. Sólo algunos sectores -los más radicalizados del PCE- mantienen sus reticencias a abrir el diálogo con el PSOE. Son los mismos que empujan a Anguita, que le muestran cada día los recortes de prensa con los desaires de los dirigentes socialistas y quienes piden al coordinador general que no se fíe ni de José Borrell ni de Joaquín Almunia. Anguita fue más allá de lo esperado en el debate del estado de la Nación del pasado martes. Lo dijo bien claro en su oferta al PSOE: Hablemos. Y si las discrepancias son mayores que las coincidencias, no importa. Sobre esas pequeñas coincidencias puede construirse el acuerdo. Nunca había llegado a tanto ni, por lo que parece, le sirvió de tan poco.
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