Borbolla admite que carece del apoyo del aparato para enfrentarse a Monteseirín en las primarias
El presidente de la Diputación de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, anunció ayer oficialmente que optará a las primarias para la alcaldía de Sevilla, puesto que deberá disputar con el portavoz municipal, José Rodríguez de la Borbolla. Monteseirín intentó en su primera declaración pública desprenderse de la etiqueta de ser el aspirante del aparato y esgrimió su juventud ("yo voy de ida", dijo) como reclamo para atraerse a los votos de los militantes. De la Borbolla admitió que no cuenta con el apoyo orgánico del partido ni de la dirección para medirse con Sánchez Monteseirín: "Me parece que la gente sabe que no espero contar con ningún tipo de ayuda por parte de nadie".
Sánchez Monteseirín desveló su candidatura en la sede del Ayuntamiento de Sevilla, a donde acudió ayer para entrevistarse con la alcaldesa, Soledad Becerril. En sus primeras declaraciones públicas, el presidente de la Diputación puso el acento en desmarcarse del aparato del PSOE y en resaltar el "gran entusiasmo" que su candidatura despierta en "las bases". Dirigentes del PSOE de Sevilla reconocen que su candidatura cuenta con todas las bendiciones de la dirección socialista, y los más hacen una lectura interna del por qué de la concurrencia de Monteseirín: el temor a que en torno a De la Borbolla pueda agruparse un sector de la compleja agrupación sevillana, inquietud que se vio y escuchó la noche del recuento de votos entre Almunia y Borrell. La candidatura de Monteseirín se produce después de que fracasara una operación para que la secretaria provincial, Carmen Hermosín, se presentara como aspirante. Monteseirín aseguró contar con el apoyo de sectores "juveniles, de la mujer" y de personas que están al frente de las bases. "Con este entusiasmo no sólo debía presentarme. Voy a ganar las primarias, y voy a ganar las próximas elecciones municipales de Sevilla", afirmó. El presidente de la Diputación, que nunca ha ido en la lista por la capital, dijo contar ya con 800 firmas, el doble de las necesarias, para optar a las elecciones internas y se manifestó en contra de que la ejecutiva socialista apueste por un candidato: "Prefiero que no se pronuncie porque a lo mejor no me viene bien", reconoció. El aspirante negó de manera tajante que haya un acuerdo previo con los andalucistas para dejar la alcaldía en manos de Alejandro Rojas-Marcos en caso de que ninguna fuerza obtenga mayoría absoluta: "No voy de comparsa en ningún proceso y todo el que diga que hay un prepacto miente". En cuanto a las diferencias con su rival aseguró: "Hay diferencias evidentes. Rodríguez de la Borbolla forma parte de la historia del PSOE. Es una persona entrañable y de bien. Yo voy de ida y puedo competir mejor con la alcaldesa y Rojas-Marcos que vienen de vuelta. Estoy pensando en el siglo XXI". Estas palabras provocaron la siguiente reacción en De la Borbolla: "No voy a caer en el riesgo de descalificar sibilinamente al contrario. Cualquier candidato que quiera ganar credibilidad tiene que saber que la descalificación es signo de desesperación". El portavoz socialista se presentó como un "humilde candidato que no quiere alardear de nada" y aseguró que no ha pedido el apoyo de ningún órgano de dirección "de ningún nivel", "ni a ningún representante ni, desde luego, he percibido hasta ahora la necesidad de apoyarme a mí. Algunos y algunas creen que es necesario apoyar a otros". Admitió que no cuenta con el apoyo orgánico y pidió en varias ocasiones a los militantes que cuando voten lo hagan "pensando en Sevilla y en el papel del PSOE en la sociedad sevillana, no en quién manda en el partido". De la Borbolla no figura entre los oradores que participarán hoy en unas jornadas de elecciones municipales organizadas por el PSOE de Sevilla, y sí está Monteseirín.
