Estados Unidos sienta a negociar al presidente yugoslavo y al líder kosovar
El emisario estadounidense Richard Holbrooke anunció ayer que el líder separatista albano-kosovar, Ibrahim Rugova, se trasladará mañana hasta Belgrado para entrevistarse con el presidente yugoslavo, Slobodan Milosevic. A las trece reuniones convocadas por los serbios en los últimos dos meses no asistieron los albaneses, ya que se niegan a hablar sobre su autonomía sin la presencia del negociador internacional que el Grupo de Contacto (Alemania, Francia, Italia, Reino Unido, EE UU y Rusia) exige.
La entrevista entre Milosevic y Rugova no será más que el primer paso hacia la solución política del conflicto que vive la región serbia de Kosovo, donde los albaneses constituyen el 90% de la población. Holbrooke fue el artífice de los acuerdos de paz de Dayton en 1995, que pusieron fin a la guerra en la ex Yugoslavia.La situación está, según los analistas, al borde del alzamiento por parte albanesa, y los enfrentamientos en Kosovo menudean todos los días. Poco antes de que Holbrooke anunciara la cita entre Milosevic y Rugova, morían en un enfrentamiento seis albaneses y siete policías serbios en Orohovac, 50 kilómetros al suroeste de Pristina. El martes, diez albaneses fallecían en una explosión en Smolica, en la frontera con Albania, al ser manipulados de forma «no profesional» explosivos militares, según fuentes serbias. El Grupo de Contacto para la ex Yugoslavia, que vigila el cumplimiento de los acuerdos de paz, anunció ayer que se reunirá el fin de semana, en un lugar aún sin determinar, para estudiar el conflicto.
Mientras esto sucedía, Adem Demaçi, el principal adversario político de Rugova, acusaba a éste de «capitular» por haber aceptado reunirse con Milosevic sin la presencia de un mediador. A su vez, la OTAN daba ayer un paso más para prepararse ante un eventual deterioro de la crisis en Kosovo al estudiar opciones que aseguren las fronteras de Albania y Macedonia, entre las que se incluye el envío de una fuerza de observación.
