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DEBATE SOBRE EL ESTADO DE LA NACIÓN

"El efecto necesita un milagro"

Javier Casqueiro

La primera reacción del Gobierno y de los dirigentes del PP tras el cara a cara entre José María Aznar y el candidato del PSOE fue airear por todos sus medios, que son muchos, que el efecto Borrell se había esfumado. Que había sido un "chiste". Que duraría lo mismo que Antonio Hernández Mancha, el ex presidente del PP nombrado y decapitado por Manuel Fraga para dar el testigo a Aznar. Bromeaban incluso con que el PSOE debería convocar "unas secundarias" para promover otro rival o recuperar a Felipe González. Ayer los ministros y los cargos del Partido Popular quisieron mostrarse un poco más generosos, condescendientes y hasta magnánimos."Que el efecto Borrell haya quedado en nada no quiere decir que él deba desaparecer, que no sea un buen parlamentario, inteligente, y que pueda aprender de sus errores de cara al debate del año que viene", apuntó con maldad el portavoz del PP en el Congreso, Luis de Grandes. Este dirigente del PP respondió a una alusión de Joaquín Almunia, sobre una hipotética moción de censura contra Aznar, retando al PSOE a convocarla pero para examinar de nuevo a Borrell o al nuevo adversario elegido de otras primarias.

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El fondo y el entorno

El vicepresidente segundo, Rodrigo Rato, ahondó en el presunto efecto Borrell de las primarias para despreciarlo. Cuando se le preguntó si hubiera sido mejor contendiente en el debate Almunia, Rato contestó: "Yo prefiero a Felipe González, que pena que ya no esté".

El secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, José María Michavila, declaró: "El efecto Borrell necesita un milagro".

Los miembros del Gabinete de José María Aznar y del PP consultados descartaron que este supuesto pinchazo del revulsivo Borrell facilite su estrategia para completar la legislatura hasta el año 2000. Dicen que no lo toman en consideración.

Desde la dirección del grupo parlamentario y por parte de alguno de los aguerridos diputados alborotadores que boicotearon el discurso de Borrell sí se admitió que el tipo de reacción lograda, con los desplantes y cierto nerviosismo, han facilitado el camino a seguir contra el candidato en próximos embates: "Ha demostrado excesiva debilidad, porque eso en la Cámara ha sucedido muchas veces".

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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