Sin protección

Hoy por la mañana iba caminando por la calle de Ávila, barrio de Tetuán, cuando observé a dos trabajadores del Canal de Isabel II, a unos cien metros de Bravo Murillo, rompiendo el firme de la calle con un martillo neumático. Le escribo esta carta para comentarle qué más observé.El señor que manejaba el martillo no tenía puestos lentes de protección, ni tampoco llevaba protección para los oídos ni casco de seguridad. El otro, que tenía su cara prácticamente en el sitio que se estaba taladrando, ya que su trabajo era el de recoger los escombros con su pala, tampoco llevaba protección.

¡Señores, por favor! Cómo no va a haber tantos accidentes de trabajo en Madrid si una compañía del mismo Gobierno regional ni siquiera se preocupa de que sus propios obreros usen equipos de protección cuando ejecutan trabajos peligrosos.

Me parece escandaloso el número de trabajadores lesionados e incluso muertos cada año en la Comunidad.

Me parece que ya va siendo hora de que las autoridades competentes se propongan, de una vez, que todas las empresas y sus trabajadores acaten la legislación y los reglamentos vigentes en esta materia.- . .