Críticas al decreto de transporte escolar por reducir las medidas de seguridad

El borrador del nuevo decreto sobre el transporte escolar ha sido rechazado por sindicatos, asociaciones de padres y el PSOE. Elaborado por el Ministerio de Fomento en febrero pasado, el texto, que fue conocido a finales de abril, reduce la exigencia de acompañante del conductor en los autobuses escolares (en la actualidad es obligatorio cuando hay más de 15 alumnos menores de 10 años y el proyecto lo estipula para 10 alumnos, pero menores de seis años), no amplía la edad para la gratuidad de este transporte a los 16 años, como prevé la nueva enseñanza obligatoria, mantiene la edad de los vehículos especiales para el transporte escolar en 16 años de circulación por los itinerarios específicos y no exige innovaciones técnicas de seguridad en los autocares (como cinturones, dispositivos antivuelco).«El Gobierno no tiene conciencia de seguridad, una seguridad que ya ha penetrado en la sociedad española y cuenta con ella», afirma Amparo Valcarce, diputada socialista por León. Los sindicatos Comisiones Obreras y UGT, la Confederación Española de Asociaciones de Padres de Alumnos (CEAPA, de carácter laico) y los representantes de la Comisión de Educación del PSOE en el Congreso afirman que el proyecto del Ministerio de Fomento ha perdido la ocasión de actualizar y modernizar este servicio y reduce las condiciones de seguridad.

Estas organizaciones temen, por otra parte, que el Gobierno se deje llevar por los intereses económicos de la patronal del transporte (cuyas condiciones son todavía más restrictivas que las del borrador) cuando se celebre la próxima reunión del Comité Nacional de Transportes, en el que sólo están representadas la Administración y la patronal, y que podrá proponer el texto definitivo que llegará al Consejo de Ministros. CEAPA añade que el proyecto debería pasar por el Consejo Escolar del Estado, en el que están representadas las asociaciones de padres.

La patronal propone reducir a 12 años la edad del alumno para que éste pueda beneficiarse de la gratuidad del transporte, a cuatro años la edad del grupo para incorporar un acompañante, y aumentar los años de uso de los autobuses a 18. «Vamos a presentar una proposición no de ley sobre el transporte escolar», adelanta Amparo Valcarce. «Lo que tiene que hacer el Gobierno es ampliar la exigencia de requisitos de seguridad y no sucumbir a los intereses de la patronal», añade Valcarce.

Los detractores del borrador aseguran que ninguno de los autobuses actuales tiene menos de 16 años y califican de «máxima gravedad» el hecho de que el documento no prevea que otros vehículos no específicos para el transporte escolar, como los utilizados en rutas pequeñas de zonas rurales, se atengan a las normas mínimas de seguridad.

Aunque el proyecto fija en 10 años el tiempo máximo de circulación de los coches por itinerarios escolares, amplía la posibilidad a 16. «Sabemos por experiencia que esto acaba convirtiéndose en hábito, por lo que exigimos que haya un control para que esto no suceda», señala Manuel Losada, responsable de Transportes de CC OO.

La CEAPA, los sindicatos y el PSOE reclaman que se amplíe la edad de la gratuidad a los 16 años, en concordancia con el límite de la enseñanza obligatoria fijado por la reforma, que no se dé la posibilidad de incorporar coches de más de 12 años y que se apliquen las medidas técnicas de seguridad acordes con nuestros tiempos y exigidas ya en otros países de la Union Europea. A éstas se añaden, como subraya Carlos Ladrón de Guevara, presidente de la CEAPA, la obligatoriedad de que el conductor y el acompañante vigilen el acceso y bajada de los vehículos en orden y aportando seguridad.

«El problema principal es que el Gobierno quiere reducir costes», señala Carlos Ladrón de Guevara, «y se va a dejar llevar por la patronal, que pretende que los chicos entre 12 y 16 años pasen a utilizar unas condiciones de transporte generales, menos restrictivas que las específicas del transporte escolar».

Ladrón de Guevara pide un control que impida que los autobuses sean cambiados por otros más añejos en el transcurso del año escolar -«como viene sucediendo»- y reclama que la duración del recorrido se establezca en menos de 30 minutos, con ampliaciones excepcionales, y no en una hora como indica el borrador de decreto.