El Gobierno elude las críticas al PNV y exige al PSOE que renueve el pacto contra ETA

En la víspera del debate del estado de la Nación, que enfrentará hoy en su primer cara a cara a José María Aznar y José Borrell, el portavoz del Gobierno, Miguel Ángel Rodríguez, emplazó ayer a los socialistas a que digan claramente si se mantienen dentro del compromiso de aislar a Herri Batasuna, como acordaron los partidos vascos tras el asesinato del concejal Miguel Ángel Blanco, en julio de 1997, o si han cambiado de postura. Es la respuesta a Almunia por criticar la proclama del jefe del Ejecutivo de que "ETA y HB acabarán todos en la cárcel". Desde el PSOE se denuncia la actitud de los populares de arremeter contra el primer partido de la oposición cuando la discrepancia de fondo es con el PNV.

La línea divisoria que separa a los demócratas de los violentos ha vuelto a quebrarse, a pocas horas del inicio del debate sobre el estado de la Nación, con un duro cruce de declaraciones entre el Gobierno y el primer partido de la oposición, que ayer mismo volvía a lamentar que al presidente del Ejecutivo se le "calentase la boca" el sábado pasado en Vitoria. El portavoz del Gobierno, Miguel Ángel Rodríguez, en una réplica definida por el PSOE de "salida de tono", ha emplazado al secretario general del PSOE, Joaquín Almunia, a que aclare si sigue estando por el aislamiento de HB, tal y como acordó el Pacto de Ajuria Enea tras el asesinato del concejal del PP Miguel Ángel Blanco, o ha cambiado de actitud.En la capital alavesa, el presidente del Ejecutivo afirmó, en respuesta a los dos últimos asesinatos de la banda terrorista, que "ETA y HB acabarán en la cárcel". Almunia, como otros dirigentes políticos, le replicó al día siguiente haciéndole ver que HB es una organización legal y que quienes tienen que ir a la cárcel son "los que cometen crímenes y colaboran" con ETA. El contraataque llegó de inmediato.

Pese a que las palabras más duras contra el PP volvían a proceder del PNV, con el lehendakari a la cabeza, e incluso de Herri Batasuna -la coalición abertzale se mostraba ayer sorprendida "por los tics fascistas y autoritarios de este Gobierno"- el Ejecutivo ha centrado sus enojos en los socialistas. Tanto que el PSOE se apresuró a denunciar como falsa esta polémica entre los dos partidos mayoritarios y a reiterar la necesidad de recuperar un único discurso frente a ETA, en el que se descarte el diálogo con el entorno terrorista mientras la banda siga matando.

La Moncloa ha elevado el listón de la crítica poniendo a Almunia en su punto de mira. A su juicio, sus declaraciones contrarias al mensaje de que "HB acabará en la cárcel" significan un "cambio radical" de actitud de los socialistas, a los que el Gobierno acusa de romper el aislamiento a HB.

Contra la dirección de HB

El portavoz del Gobierno matizó que cuando Aznar arremetió de la forma que lo hizo contra HB no se refería a las bases de la coalición radical, sino a quienes están comprometidos con los terroristas, como su dirección, encarcelada por decisión judicial. "Esto lo sabe el PSOE y desde luego la militancia socialista está más de acuerdo con estas afirmaciones de Aznar que con las de Almunia", dijo Rodríguez.Fuentes de La Moncloa expresaron sus dudas sobre si José Borrell, candidato socialista a la Presidencia del Gobierno, compartirá hoy en el debate parlamentario las palabras de Almunia, que en su opinión "suponen un cambio dramático" en la posición del PSOE en la política contra ETA.

Más comprensivo es el Gobierno hacia sus socios del PNV. La posición mantenida por los nacionalistas vascos durante los últimos días, favorable, en plena ofensiva de ETA, al diálogo con HB aunque haya atentados, no es nueva, argumenta el Ejecutivo. Con esta coartada, el Gobierno justifica, ante la irritación de los socialistas, que Aznar no pida explicaciones al PNV por mantener el diálogo con HB.

Fuentes de la Presidencia añaden, en cualquier caso, que el mensaje de Aznar, contrario al diálogo con HB mientras ETA mata, ya era conocido. Reconocieron que quizás en Vitoria "lo dijo más alto, pero no más claro". También matizaron que hubo reproches para todos: el PNV y todo el movimiento que apoya el diálogo con HB y la negociación con ETA, como Elkarri y los sindicatos vascos. Pero ayer sólo los había para el PSOE.

"Ya han pactado"

Los socialistas recogieron con estupor la virulencia del ataque que les llegaba desde La Moncloa por criticar el " exceso" verbal de Aznar en Vitoria. Recordaron incluso que el conflicto y el resquebrajamiento de la unidad de los demócratas contra la violencia se sitúa entre el PP y el PNV, y entendieron que los populares "por tacticismo" buscan mirar hacia otro lado por no enfrentarse con los peneuvistas. "Incomprensiblemente, arremeten contra nosotros cuando populares y socialistas estamos en el mismo campo en las cuestiones fundamentales. Seguramente Francisco Álvarez Cascos e Iñaki Anasagasti han decidido pactar muchas cosas para el debate de la Nación y no les interesa enzarzarse estos días en una pelea. Mientras tanto, deciden cargar contra el PSOE", dijo a este periódico Ramón Jáuregui, responsable de Política Autonómica.En la reunión del núcleo de dirección de la Ejecutiva los dirigentes socialistas mostraron su preocupación por "el encallamiento" de la estrategia de los demócratas contra los violentos. Ahora bien, tanto el portavoz de la Ejecutiva, Alfredo Pérez Ru-balcaba, como Ramón Jáuregui no dudaron en criticar "el exceso" en el que incurrió el presidente del Gobierno al manifestar que los miembros de Herri Batasuna deben estar en la cárcel. Pero la crítica quedó sólo en eso, en un "calentamiento de boca" producto del estado emocional después de dos atentados.

Entre hoy y mañana, Joaquín Almunia elaborará, en coordinación con la dirección de su partido en el País Vasco, una propuesta de resolución para ser sometida al voto del Congreso como colofón del debate. Se tratará de recoger la definición del partido de lo que debiera ser una política de unidad contra los violentos.

Como preámbulo, los socialistas hicieron pública ayer de una nota en la que piden "sosiego" al Gobierno para, "sin actitudes demagógicas", recuperar "un único discurso de las fuerzas políticas democráticas que deje claro que los terroristas deben perder la esperanza de conseguir nada, ni personal ni políticamente, matando y extorsionando al pueblo vasco y a la democracia española".