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La Embajada alemana fuerza la retirada de "Mi lucha" en Portugal

, La Embajada alemana en Lisboa ha conseguido retirar del mercado luso los últimos ejemplares de la segunda edición de Mi lucha, de Adolfo Hitler, encarnación del nazismo y el antisemitismo, que ha alcanzado un éxito de ventas en Portugal. La editora lusa Hugin, de ideología nazi, publicó el libro sin autorización (sus derechos pertenecen al Estado de Baviera) y vendió cerca de 4.000 ejemplares en pocas semanas a un precio de 4.410 escudos (unas 4.000 pesetas). El título figura entre Los 100 libros del siglo XX, una exposición organizada por el Festival de Los Cien Días, de la Expo 98, como aperitivo de la muestra que se inaugura el 22 de mayo.

La venta del libro, que «apela al odio racial y a la supremacía de la raza aria», en palabras de Clemmens Betzel, agregado de prensa de la Embajada alemana, sorprendió a algunos portugueses y extranjeros que observaron, atónitos, la promoción de Mein Kampf en los escaparates de algunas librerías. El investigador norteamericano Rip Cohen, residente en Lisboa desde 1991, no dudó en alertar al diario Público del insólito suceso, que fue denunciado en las páginas del periódico. «Fue un choque», dice Cohen, «no estoy a favor de la censura, pero no se puede promocionar este libro y menos en un país donde las personas son tan influenciables. ¡Es como dar veneno a los niños!».Su denuncia tuvo una rápida repercusión. La Embajada alemana comprobó que Baviera no había autorizado su venta y entró en contacto con la editora lusa, considerada en Portugal como próxima a la ideología nazi. Los responsables de Hugin, Julio Sequeira y José Manuel Ferreira, se apresuraron a declarar que «nunca tuvieron intención de promover el racismo», pero sus disculpas no han convencido a nadie. Esta edición no presentaba ninguna contextualización del nazismo y recogía el hecho de que Alemania nunca autorizó desde la II Guerra Mundial la venta del libro.

Eduardo Prado Coelho, columnista de Público, afirma que «uno de sus propietarios recibió en dos ocasiones a Jean-Marie Le Pen en Portugal y el otro no ha ocultado su interés por las ideas nazis». Recordando que Le Pen, líder del Frente Nacional francés, afirmó que no era «nazi porque en el nacional-socialismo está la palabra socialismo», Prado Coelho dice que todo esto son «piruetas nazis» a las que han contribuido, «según algunos libreros, la iniciativa de Los 100 libros del siglo XX».

Por su parte, el comisario de esta iniciativa, Fernando Pinto de Amaral, justifica su inclusión en la muestra al estar precedido de una clara explicación: «Las odiosas ideas racistas de Hitler sirvieron de base al nacional-socialismo alemán, que escribiría con sangre algunas de las negras páginas de la historia del siglo XX, provocando el exterminio de millones de judíos». Pinto de Amaral sostiene que el libro fue incluido en otra exposición similar organizada por la New York Public Library, en 1966, y afirma que «recordar los horrores del holocausto contribuirá a que nunca vuelva a suceder».

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