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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Los trabajadores minusválidos y el IRPF

Uno siempre había pensado que con el devenir del tiempo los discapacitados siempre ganarían en cualquier reforma o modificación que se produjera, en la creencia de que nos encontramos en una sociedad más sensible con los desprotegidos y que caminaría por cauces más progresistas, independiente de las alternancias políticas.La gran sorpresa que se encuentra uno al observar el nuevo IRPF es que los discapacitados, en lugar de recibir desgravaciones o deducciones por dos conceptos, como sucede en el vigente IRPF, se quedan con una sola deducción en la nueva reforma del IRPF. En el vigente impuesto de la renta, los discapacitados que obtuviesen rentas de trabajo podían deducirse de la base imponible un 15% de dichas rentas con un máximo de 600.000 pesetas. Además se desgravaban de la cuota 56.000 pesetas, independientes de la situación familiar y de otras desgravaciones por el mero hecho de su discapacidad, además de poder desgravarse el 15% de los gastos médicos ocasionados por sus secuelas.

El nuevo impuesto sólo recoge una deducción por mínimos vitales algo superior de lo normal (850.000), que se equipararía siguiendo la filosofía del nuevo impuesto con las 56.000 pesetas que recogía el anterior impuesto. Pues bien, no sólo se pierden las desgravaciones del 15% de gastos de enfermedad, que en este colectivo son numerosas, valga el ejemplo:

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botas ortopédicas, prótesis, intervenciones quirúrgicas, etcétera. Además se les elimina la deducción que tenían superior a los trabajadores normales en cuanto a gastos deducibles por obtención de rentas de trabajo (el 15% comentado anteriormente). Los discapacitados requieren de gastos superiores para poder ir al trabajo; desde los que necesitan alguna persona que les lleve a su puesto de trabajo, los que requieren obligatoriamente de un vehículo para ir a trabajar, pues no pueden ir en metro o en autobús, o simplemente el que requiere hacerse un traje a la medida, pues por sus condiciones físicas no puede llevar un traje que se venda en una tienda normal.

Yo desde aquí hago una invitación a todos los grupos parlamentarios, o al menos a aquellos que se consideren progresistas, para que hagan suya la enmienda que les propongo al nuevo proyecto de IRPF que presenta el Gobierno. Enmienda que debería recoger en el apartado de deducciones sobre las rentas obtenidas por los trabajadores una deducción adicional de 400.000 pesetas para los trabajadores minusválidos con grado superior o igual al 33% y de 700.000 a los trabajadores con minusvalía superior al 60%. Lo que comento no entra en un juego político, sino que es de justicia.- Zuriarrain Fernández. .

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