Los socialistas bilbaínos elegirán el sábado a su secretario general

El secretario general de los socialistas vizcaínos, Patxi López, presentó ayer el que será el primer congreso de los 1.400 afiliados del PSE de Bilbao para elegir a su cúpula. A partir de la 9.00 de mañana, sábado, los 165 delegados de las ocho agrupaciones (una por distrito) del partido de Bilbao, acompañados de una representación de las Juventudes Socialistas, comenzarán a acreditarse en la sede de Bilborock, en la antigua iglesia de La Merced. A la media hora, López pronunciará un discurso y, poco después, comenzará la mecánica congresual característica de los socialistas, en las que en listas cerradas se elegirá al secretario general bilbaíno y a su equipo. Una de las novedades, es que las áreas operativas en las que se dividirá la ejecutiva bilbaína no coincidirán con la vizcaína o la de Euskadi, pues la intención es acercar a los problemas locales la acción política. Asimismo, también se incluyen incompatibilidades, por lo que ni los responsables de las agrupaciones ni quienes ocupen cargos en otras ejecutivas socialistas tendrán un lugar en la cúpula de Bilbao. Tras la elección del secretario general bilbaíno, este mismo mes le corresponderá el turno a Vitoria y el próximo, a San Sebastián. Este proceso no tendrá ningún efecto sobre la elección del candidato a alcalde de Bilbao, ya que al tener más de 50.000 habitantes, según las normas del partido, habrá proceso de primarias. La única bula que tienen los socialistas vascos es que celebrarán este proceso de primarias en enero, en vez de junio, debido a que el País Vasco celebrará elecciones autonómicas en octubre. "Hemos perdido respaldo en las grandes ciudades". Con estas palabras, López enfatizaba la necesidad de que los socialistas retomen el pulso urbano y busquen nuevos mecanismos, como los congresos locales, para acercarse a los electores de las urbes. El secretario general vizcaíno subrayó ayer que los puntos en los que se insistirá tanto en la ciudad como en la campaña electoral son tres: trabajo, paz y cultura. Los socialistas piden el fin del "monopolio cultural nacionalista" en Euskadi.